Aneurisma Cerebral.

Publicado: 09 oct 2021
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Al conocer que el actor Fernán Miras sufrió un aneurisma cerebral, tras lo cual le colocaron un stent y permanece internado en la clínica Los Arcos, nos preguntamos una vez mas de que se trata esta afección.

La aneurisma cerebral es una dilatación de una arteria dentro de la cabeza en forma de saco, baya o pera, que se origina a partir de una debilidad en la pared de la arteria y va creciendo a lo largo de la vida con la posibilidad de romperse y producir una hemorragia cerebral (aneurisma roto).

Muchas veces se los descubre por casualidad (aneurisma incidental) o pueden dar síntomas por comprimir a otras estructuras del cerebro (aneurisma sintomático).
El mayor peligro radica en la rotura, y entre los factores de riesgo de ruptura aparecen la hipertensión arterial, el hábito de fumar, abuso de alcohol y drogas (cocaína), forma y tamaño del aneurisma.

Suele ser más frecuente en los adultos de 30 a 60 años que en los niños, y la mayoría de los aneurismas no dan síntomas hasta que son grandes y comprimen nervios u otras estructuras o se rompen provocando una hemorragia cerebral.

Entre los síntomas habituales aparece la cefalea,que los pacientes la refieren como visión borrosa, algún párpado caído, menor fuerza de brazos y pierna o la boca desviada, naúseas-vómitos, pérdida de conocimiento, entre otros.

La mayoría de los aneurismas intracraneales ocurren entre la parte inferior del cerebro y la base del cráneo. El aneurisma puede comenzar a filtrar o romperse, y provocar un sangrado mortal.
Los aneurismas íntegros no suelen provocar síntomas. Uno de los síntomas clave de la ruptura de un aneurisma es un dolor de cabeza intenso y repentino.
El tratamiento de un aneurisma sin ruptura consiste en suministrar medicamentos para controlar la presión arterial y hacer procedimientos para evitar una ruptura futura. La ruptura de un aneurisma necesita atención médica de emergencia.

El promedio anual de ACV hemorrágico por ruptura aneurismática es de 10 a 21 casos cada 100.000 habitantes, y si bien es bajo dentro de la población general, el riesgo depende de cada aneurisma y de cada paciente.

Al romperse, el pronóstico es poco alentador presentando una tasa de mortalidad de hasta el 50 por ciento si no son tratados a tiempo.

Los avances tecnológicos han permitido que en la actualidad los aneurismas cerebrales sean tratados de manera mínimamente invasiva a través de una punción en la ingle o la muñeca.

Esta técnica se denomina tratamiento endovascular por cateterismo y consiste en excluir el aneurisma de la circulación por dentro de la arteria, sin necesidad de abrir el cráneo.