Asumieron Alberto y Cristina.

Publicado: 12 dic 2019
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En una histórica ceremonia, Alberto Fernández juró como presidente de la Nación y recibió los atributos de mando de manos de su antecesor, Mauricio Macri.
Fue ante la Asamblea Legislativa que sesionó, a partir de las 11.15 horas, en el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación.

También prestó juramento Cristina Fernández de Kirchner como Vicepresidenta de la Nación.

 

El nuevo Presidente llegó al Congreso a las 11.49 horas, manejando su propio auto y acompañado por su pareja, Fabiola Yañez.

Minutos antes había llegado Cristina Kirchner. Ambos fueron recibidos en la explanada por los titulares de ambas Cámaras, Gabriela Michetti y Sergio Massa.

A las 11.55 horas, Fernández juró por Dios, por la Patria y por los Santos Evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de Presidente de la Nación. A continuación lo hizo Cristina Fernández de Kirchner como Vicepresidenta.

Apenas cumplidos los juramentos ingresó al recinto el presidente saliente de la Nación, Mauricio Macri, quien entregó los atributos de mando a su sucesor. Apenas había pasado un minuto de las 12 cuando Macri le colocó la banda presidencial y le entregó el bastón.

Mandatarios extranjeros, magistrados de la Corte Suprema, ex presidentes de la Nación, gobernadores, embajadores, ministros entrantes y salientes, además de representantes eclesiásticos, de las Fuerzas Armadas y de la sociedad civil, participaron de la ceremonia junto a la suma de diputados y senadores de la Nación que conforman la Asamblea Legislativa.

La Asamblea fue presidida por los titulares de ambas Cámaras del Congreso: Gabriela Michetti (Senado) y Sergio Massa (Diputados). Declaró electos a los ciudadanos Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner como Presidente y Vicepresidenta para el periodo constitucional comprendido entre el 10 de diciembre de 2019 y el 10 de diciembre de 2023. Y designó las comisiones de legisladores (integradas por ocho diputados y ocho senadores) para la recepción del Presidente y la Vicepresidenta en el exterior y el interior del Congreso.

El nuevo jefe de Estado dio luego ante la Asamblea su primer mensaje como Presidente.

Ratificó “mi compromiso democrático”, convocó “a la unidad de toda la Argentina” y llamó “a sellar un nuevo contrato social fraterno y solidario”. Subrayó “la necesidad de poner a nuestra Argentina de pie” y de “curar heridas, con una nueva mirada de humanidad”.

Después de su primer discurso como mandatario, Fernández se trasladó a la Casa Rosada junto con la Vicepresidenta para la jura de ministros y el saludo a las delegaciones extranjeras.

Una Plaza de Mayo increiblemente colmada desde las primeras horas del 10 de diciembre, empatizando con todos los músicos que animaron la jornada desde antes de las 14 horas tuvo su broche de oro con todos los participantes de este «festival» entonando el Himno Nacional Argentino.
Luego ante el ensordecedor aplauso y los cánticos de la multitud se dirigieron a los presentes los nuevos conductores de la Nación Argentina: Alberto Fernández y Cristina Fernández.

En cuanto a los mandatarios de la región, estuvieron presentes en la Asamblea el presidente Tabaré Vázquez, de Uruguay; Mario Abdo Benítez, de Paraguay; Miguel Díaz-Canel, de Cuba y el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão.

En la misma línea, presenciaron el acto el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou; la vicepresidenta saliente Lucía Topolansky; el ex mandatario uruguayo José “Pepe” Mujica; el ex mandatario de Ecuador, Rafael Correa; el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo.

Otros países estuvieron representados a través de sus embajadores y funcionarios diplomáticos. Entre ellos, hubo representantes de China, México, Perú, Colombia, Canadá, Gran Bretaña, Serbia y, en nombre del Vaticano, el papa Francisco dispuso que sea el nuncio Apostólico de Uruguay, el alemán Martín Krebs, quien estuviera presente en la asunción presidencial.

Alberto Fernández asumió el mando ante la Asamblea Legislativa como el 35º presidente constitucional de Argentina, en el inicio de un nuevo período institucional para el país.

Desde el regreso de la democracia, en 1983, seis fueron los presidentes que protagonizaron la ceremonia de asunción de sus mandatos: Raúl Alfonsín (1983), Carlos Menem (1989 y 1995), Fernando de la Rúa (1999), Néstor Kirchner (2003), Cristina Fernández de Kirchner (2007 y 2011) y Mauricio Macri (2015).

Domingo Faustino Sarmiento fue el primer presidente que asumió en una ceremonia similar a la que se realizó hoy.

El 12 de octubre de 1868 recibió el bastón de mando y la banda celeste y blanca como símbolos del Poder Ejecutivo de parte de Bartolomé Mitre.

Desde entonces, sin contar los periodos donde la democracia fue interrumpida por golpes de Estado, cada nuevo presidente argentino recibió los atributos presidenciales en el marco de un recambio constitucional.

Uno de los máximos símbolos del regreso de la democracia fue la asunción de Alfonsín el 10 de diciembre de 1983. Se eligió esa fecha debido al aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, desde entonces, la fecha quedó marcada en la historia argentina. El último presidente de facto, Reynaldo Bignone, fue quien le traspasó la banda y el bastón.

El traspaso entre Alfonsín y Carlos Menem se realizó de forma adelantada el 8 de julio de 1989, debido al retiro anticipado del presidente radical. En términos políticos, se trató de la primera sucesión presidencial entre dos mandatarios constitucionales desde 1928 y la primera desde 1916 entre presidentes de diferentes partidos políticos.

De la Rúa sucedió a Menem como presidente el 10 de diciembre de 1999, luego de vencer en las elecciones presidenciales apoyado por La Alianza, una coalición entre la UCR y el FREPASO. Su presidencia estuvo marcada por una fuerte crisis económica, que derivó en su renuncia en diciembre de 2001 y en una crisis política e institucional sin precedentes.

Tras las elecciones del 27 de abril de 2003, Néstor Carlos Kirchner fue electo presidente de la Nación con el 22, 25 por ciento de los votos.

Juró como presidente el 25 de mayo de 2003, con un discurso en el que expreso: “Me sumé a las luchas políticas con valores y convicciones a las que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada”.

En tanto, el 28 de octubre de 2007, Cristina Fernández de Kirchner fue electa presidenta de la Nación por el 45,29 por ciento. Y se constituyó en la primera mujer argentina elegida para el cargo de presidente y la segunda en ejercerlo en un segundo mandato a partir de 2011 cuando obtuvo su reelección el 54 por ciento de los votos.

Por último, el 10 de diciembre de 2015, luego de diferencias a la hora de acordar el traspaso con la gestión saliente, el presidente Mauricio Macri recibió el mando de parte del senador Federico Pinedo en la Casa Rosada.

La de hoy fue una ceremonia con singularidades históricas, caracterizada por la entrega de los atributos de mando de manos de un presidente no peronista a uno peronista y por la jura, como Vicepresidenta, de quien ocupó durante dos periodos la primera magistratura.

Alberto Fernández brindó ante la Asamblea Legislativa un discurso de más de una hora donde delineó los principales objetivos de su gestión y “convocó a la unidad de toda la Argentina”.

“Hemos aprendido que las debilidades de la democracia sólo se resuelven con más democracia. Quiero iniciar estas palabras reivindicando mi compromiso democrático, que garantice en todos los argentinos, más allá de sus ideologías, la convivencia en el respeto a los disensos”, comenzó Fernández.

“Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano y social”, añadió el presidente de la Nación, al mismo tiempo que llamó a “desplegar una nueva mirada de humanidad” y a “superar el muro del rencor, del odio y del hambre”.

Asimismo, el presidente de la Nación adelantó que en los próximos días “estaremos convocando a los trabajadores, a los empresarios, a los representantes del campo y a las diversas expresiones sociales para la puesta en marcha de un conjunto de acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia”.

En términos económicos, trazó un panorama complejo al considerar que “la economía y el tejido social están en estado de extrema fragilidad”. “Hemos pasado del estancamiento a una caída libre. No le daremos tratamiento parlamentario al Presupuesto proyectado por el gobierno saliente”, adelantó.

“Buscamos un plan macroeconómico, queremos un Estado presente constructor de justicia social que le dé aire a las economías familiares. Por eso, vamos a implementar un sistema masivo de créditos no bancarios que brinde préstamos a tasas bajas”, propuso también.

«Vamos a encarar el problema de la deuda externa. No hay pagos que se puedan sostener si el país no crece. Para poder pagar hay que crecer primero, buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el FMI y acreedores. Tenemos la voluntad de pagar, para eso necesitamos que todas las partes trabajemos responsablemente», aclaró el mandatario ante el Congreso.

En cuanto a la cuestión federal, Fernández adelantó que llevará “una parte sustancial de la actividad política y administrativa a las provincias”, mediante la creación de capitales alternativas. “Vamos a realizar un análisis exhaustivo a fin de descentralizar o relocalizar en distintas provincias a los organismos del Estado”, dijo.

Asimismo, adelantó un plan de reactivación de obras públicas “con una infraestructura federal de calidad, sostenible y sustentable” y “un ambicioso plan de regularización del hábitat y de la construcción de viviendas”.

En materia de política sanitaria, anunció que restituirá el ministerio de Salud “para devolverle a la Argentina una política sanitaria basada en la calidad, el acceso y la equidad y el talento humano”. En ese marco, también adelantó que declarará la emergencia sanitaria.

En justicia, el presidente de la Nación reclamó un “´Nunca más´ a una justicia contaminada por servicios de inteligencia contaminada por operadores judiciales, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos”. “Vamos a enviar un conjunto de leyes que consagren una reforma integral del Sistema Federal de Justicia. He decidido que sea intervenida la Agencia Federal de Inteligencia”, propuso.

En el mismo sentido, adelantó que derogará el decreto 656 del 2016, que significó consagrar el secreto para los Fondos Reservados por parte de los Agentes de inteligencia del Estado. “Dichos fondos reservados serán designados para financiar el Plan contra el Hambre en Argentina, lo mismo haremos con el resto de los fondos reservados”, explicó.

Por último, en un nuevo llamado a la unidad nacional, concluyó: “Quisiera que seamos recordados por haber sido capaces de volver a unir a la mesa familiar, que las lógicas y saludables diferencias políticas puedan dialogarse en paz y en respeto, sin divisiones ni peleas”.

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Fuente: Cámara de Diputados