Beneficios de Andar Descalzos.

Publicado: 04 ene 2022
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Por motivos climáticos y culturales, debemos proteger nuestros pies aislándolos del suelo.

Pero muchas veces, por no decir siempre, nos olvidamos de lo necesario que es darles un tiempo de libertad, estar descalzos, ya que no es suficiente que estén libres solo mientras dormimos.

Conviene de vez en cuando, caminar sin calzado. La planta del pie es una de las regiones corporales que más terminaciones nerviosas tiene en comunicación con el resto del organismo. Por eso cuando andamos descalzos se estimula el normal funcionamiento de diversos órganos, especialmente de la región abdominal, intestinos y vejiga; se tonifica el sistema nervioso, también se estimula la circulación sanguínea, activándose la gran red venosa de la planta del pie.

Y si la caminata se hace sobre, por ejemplo, pasto húmedo, agua de río o mar, o sobre baldosas húmedas, todavía es más enérgica la activación nerviosa y circulatoria, pues imitaría una práctica de hidromasaje. Es también sumamente aconsejable el caminar sobre arena o césped, por el benéfico contacto con la madre tierra y es muy sencillo de realizar pues en cualquier momento nos encontramos en algún lugar: plaza, camping, country etc., donde poder hacerlo. También es sumamente aconsejable el quitarse los zapatos al llegar a casa y calzarse con pantuflas o zapatillas suaves y ligeras. De este modo dejamos afuera tanto la suciedad de las calles como las preocupaciones y las prisas. Los pies lo agradecerán, al igual que la mente, ya que se sentirán más libres.

Otro detalle para tener en cuenta es el cuidado de los pies, después del lavado diario. Son aconsejables unos pequeños masajes, especialmente con aceites vegetales (almendra, coco, jojoba, sésamo) combinados con aceites esenciales (romero, menta, lavanda para relajar y combatir bacterias y el maravilloso Tea tree para honguitos). Los famosos baños específicos de pies, adicionando al agua tibia sal marina o bicarbonato.

No olvidar tampoco que es necesario, luego de un día donde se ha estado mucho tiempo sentado, o parado, acostarse elevando las piernas y haciendo ejercicios de rotación de los pies, para mejorar la circulación. Ideal para ayudar a la circulación es el Ginkgo biloba (lab. Incaico), el castaño de indias y el hamamelis, cremas y geles con centella asiática (Apiter) tesoros de la medicina natural. Son pequeños detalles los acá descriptos, que les pueden deparar grandes beneficios, si se llevan a la práctica habitualmente y con regularidad.