El «Gallego» Espiño, de la Murga Atrevidos por Costumbre en Comunas un Desafío.

Publicado: 05 feb 2017
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Nos comunicamos desde nuestros estudios con Rubén «el gallego» Espiño, integrante y fundador de la murga Atrevidos por Costumbre y que este año volverá a participar en su ciclo número 21 en los carnavales porteños que se inician en este fin de semana.

Comienza diciéndonos que está «contento porque verdaderamente  tenemos una candidata en la Provincia de Buenos Aires y que claramente la  murga es política y la degradación sexual de la política un personaje que compone la escena política.

Atrevidos por Costumbre es una de las pocas murgas que está politizada, no es la única, hay un montón, pero Atrevidos tiene una característica de politizar su contenido; hay otras murgas que le cantan a situaciones más cotidianas, de la televisión.

Este año me dedique a escribir, lamentablemente escupí palabras porque tenía para hacer varios fascículos de contenido político de lo que está pasando».

Nos dice,»yo soy hincha de Huracán con ascendente en Rosario Central, soy hincha fanático de Huracán, pero vivi en Rosario y lo iba a ver ; soy de la zona norte, barrio Pichincha y ahora me compré una casita en Refinerías y la estoy arreglando, pero la verdad me hago cargo soy de Huracán, lo que pasa que la historia de Central es muy peronista y te enamora aunque no quieras,  todos los clubes tienen historia pero Central tiene mitología:  el Che Guevara, Fontanarrosa, Fito Paéz, Olmedo, es como una cosa muy condensada, porque la verdad no hay juego, entonces te vas quedando con lo residual de cada club, te vas enamorando de otras cosas y vas participando de la institución porque para ir a ver fútbol y no ver nada te quedas; pero nadie resigna los episodios futbolísticos que  ha tenido, es encantador ir a la cancha por ir».

Siguió «hoy no podría vivir sin Atrevidos, me imagino los últimos días de mi vida formando parte de la murga; es una actividad muy recreativa y ante la aparición de episodios políticos que no esperabamos cuando llegaron  Néstor y Cristina, uno pudo correrse exclusivamente de la murga y lateralizar deseos de militancia política,  en los 90 no quedaba otra cosa, no había espacio político que te contuviera entonces tuvimos que militar desde la murga, eso fue lo que pasó, podes hacer actividades sociales desde otro espacio yo tengo ese concepto, toda mi vida paré en las unidades básicas.

Las murgas son lugares de contención social, de pertenencia y de movimiento porque no conozco situación más asqueante, más absurda que la improductividad en los años 90, en esa época cuando empezamos con la murga se venía una condena de la improductividad, la gente no hacía nada, hacia que hacia, así que tuvimos que militar desde ese lugar, le dabamos movimiento a los pibes, el bailar, el  tomar distancia entre uno y otro y formar un suceso colectivo como coreográfico, los emparentaba, los sociabilizaba, los comunicaba y cantar y estar ahí con los pibes  le vas armando el aparato psíquico desde un lugar, la murga es una herramienta pero no lo ocupa todo, no vamos a hacer de una murga el Ministerio de Exteriores, somos una murga».

«Yo soy un sujeto de río, lo que me acerca a Rosario es poner los pies en el agua, yo cuando era pibe iba a bañarme al Río de la Plata, a la Costanera Sur, lo que era Saint Tropez, iba con la bicicleta, tenía 7 u 8 años metía los pies, lo que me enamora es poder ver el horizonte».

Afirma,» yo tengo mi modalidad con un retorno eterno a mi infancia, lo que ocurre es que somos sujetos de cuatro canales o de cinco y estábamos acostumbrados a salir, abríamos la puerta y nos ibamos, hoy por ahi hay más estímulos para quedarse adentro, no se que hubiese sido yo con tantos estímulos para poder estar en otro lugar, yo soy un sujeto de salir a la calle, me quedó impregnada esa cosa, yo creo que hay una falta de comunicación, de encuentro en muchos lugares, los pibes cuando no tienen un horizonte personal se vuelcan masivamente a lugares donde no hay retorno, hay cosas que desconozco, no estoy en tema como la música electrónica para mí es ajeno pero hay que entender viste, cosas que pasan, porque se producen y esta asociado a la soledad, la muchedumbre es soledad,  así cuando uno no disfruta nada es soledad, terminas encerrado en algo angustiante».

Y agrega,»veo que el carnaval es exageradamente emotivo, la murga es una suceso que le da la posibilidad de encuentro a la gente».

Con respecto a la ola de ataque a las mujeres nos dice, «creo que hay una situación de impotencia en el hombre, siempre digo que hay una cuestión de erotismo; los laburos son mecanizados, laburan para otros (esa cuestión plusválica), terminas sirviendo a un patrón que te lleva a un lugar que no existe, yo digo que la gente no pelea por diferencias, pelea por insatisfación y la insatisfacíon se manifiesta en un montón de lugares, a mí no se me ocurre pegarle a una mujer en mi vida, lo máximo que he hecho en estos años es sacarme una mujer de encima diciendole «pará», en un brote, pero nunca pegarle, pero es una cuestión más profunda de analizar tiene que ver con la impotencia del sujeto que no se siente satisfecho y los estímulos son engañosos; aparece una mujer voluminosa y lo más natural es la artificialidad, la televisión te pone estímulos y uno está acá y dice ¿que hago?. El celular es la incomunicación, llevar el teléfono a todos lados cuando aparece tu sujetación no te da tiempo a estar solo con vos mismo, pensarse a uno mismo en un lugar y mirarse desde afuera es posible, el celular te lo impide también, aunque sé que está bueno porque te facilita un montón de cosas».

Para finalizar nos cuenta acerca de nuevas letras que ha compuesto, algunas dedicadas a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires y al fallecido fiscal Nisman, recordándonos que estarán en Palermo, en las calles Darwin y Cabrera y en la zona de Nazca y Cesar Diaz en las primeras fechas del Carnaval.