El Ministerio de Salud y la Vacunación.

Publicado: 12 ene 2021
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacunación contra la COVID-19 como una herramienta de prevención primaria fundamental para limitar los efectos sanitarios y económicos de la pandemia.

La vacuna contribuira a reducir la circulación de la enfermedadlas hospitalizaciones y las muertes relacionadas con la COVID-19, y ayudara a restablecer de manera gradual una nueva normalidad.

Desarrollar las vacunas, adquirirlas, distribuirlas y aplicarlas supone un reto sin precedentes a nivel mundial. Para nuestro país, es el desafío de vacunación más importante de las últimas décadas.

La estrategia argentina busca garantizar que las vacunas estén disponibles en todo el territorio nacional y que la población objetivo la reciba de manera gratuita, equitativa e igualitaria.

El Plan Estratégico para la vacunación contra la COVID-19 en Argentina es una estrategia nacional que se rige por un marco ético que incluye el principio de equidad, con una base técnica sólida, y que será coordinada, participativa y multisectorial, con la firme convicción de que debe abogarse por la conciencia solidaria de la comunidad que favorezca la vacunación en forma voluntaria.

La vacunación se llevará a cabo en etapas de acuerdo a los grupos establecidos y se realizará en forma gratuita, equitativa y voluntaria.

Nuestro país, al igual que otros países del mundo, va a recibir al principio una cantidad limitada de vacunas, que luego crecerá durante la primera mitad de 2021.

Por eso, al inicio del plan de vacunación, algunos grupos tendrán prioridad sobre otros de acuerdo con la exposición a la enfermedad, por las funciones estratégicas que tengan o por los riesgos que presenten.

La vacunación será en etapas, voluntaria y sin importar si la persona ya tuvo o no la enfermedad.

Además, la vacunación comenzará en las grandes ciudades porque es donde se presenta la mayor cantidad de casos de enfermedad o muerte por COVID-19.

La vacuna será provista por el Estado nacional para quienes integran la población objetivo definida, más allá de su cobertura sanitaria o nacionalidad.

Por el momento se estima vacunar a 24 millones de personas.


– Personal de establecimientos de salud públicos y privados (de manera escalonada según el riesgo de su actividad; por ejemplo, quienes trabajan en unidades terapia intensiva o en guardias tienen una actividad más expuesta).
En total son aproximadamente 763 mil trabajadores.


– Adultos mayores de 70 años y quienes viven en establecimientos geriátricos.


– Adultos mayores de 60 años.

El total de adultos que son mayores de 60 o viven en geriátricos son aproximadamente 7.375.000.


– Personal de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de servicios penitenciarios.
El total de personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad es aproximadamente 500 mil.


– Adultos de entre 18 y 59 años que presentan factores de riesgo.
Son personas diabéticas (insulinodependientes o no), con enfermedades cardiovasculares, renales o respiratorias crónicas.
El total es aproximadamente 5.653.000 personas.


– Personal docente y no docente de los niveles educativos inicial (jardín), primaria y secundaria).
El total es aproximadamente 1.300.000.


– Otras poblaciones estratégicas que definan las jurisdicciones, habitantes de barrios populares, personas en situación de calle, pueblos originarios, personas privadas de libertad, migrantes.

Hasta el momento hay en desarrollo 235 vacunas diferentes en todo el mundo contra la COVID-19.

De ellas, hay 15 vacunas que están en Fase III de los ensayos clínicos, en los que se determina su eficacia y seguridad. Algunas de estas se realizan en nuestro país.

Para que una vacuna pueda aplicarse en nuestro país, la Anmat, agencia de prestigio internacional, analiza primero los datos de los ensayos clínicos y luego decide si concede la autorización para su uso en la Argentina.

Por lo tanto, todas las vacunas que se apliquen en nuestro país estarán autorizadas por la Anmat, que dará fe de su seguridad y eficacia.

Ante la enorme demanda mundial de vacunas, el Estado argentino comenzó hace varios meses a negociar con diversos laboratorios para garantizar la cantidad que necesitamos para cubrir a la población objetivo.

Hasta ahora firmaron acuerdos con varias compañías farmacéuticas (no hay una sola que pueda abastecer todas nuestras necesidades) y seguimos negociando con otras.