La Palabra de Marcelo Struminger del Hospital Santojanni en Comunas un Desafío.

Publicado: 02 sep 2020
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Desde nuestro programa nos comunicamos este sábado con Marcelo Struminger médico cardiólogo, jefe de la unidad coronaria del Hospital Francisco Santojanni y presidente de la Asociación de Médicos Municipales filial Santojanni.
Queríamos conocer su opinión acerca de cómo están pasando esta situación luego de tantos días y que en primera persona nos reflejase sus sensaciones a partir de su experiencia y su idoneidad.
«La situación es muy difícil, es muy difícil, uno mismo, me vas a disculpar entra en contradicción y entra en contradicciones no, es porque tiene el rol de varios roles en la sociedad, el rol de médico, el rol de padre, el rol del tipo que tiene que llevar el peso a la casa, el rol de como uno sabe que todas las cosas que dice y que hacen tienen otras repercusiones y que todo incide en todo; lo voy a poner en mi especialidad cardiológica, que es lo mejor para evitar que una persona se infarte después de haber tenido un evento coronario, bueno que en el trabajo este bien, que no salga, que duerma, que descanse, que se entretenga, que coma absolutamente sano, que no tenga ninguna situación de tensión ni fuera ni en el trabajo, bueno son condiciones que uno pretende para la salud pero no son las condiciones en que la gente tiene que transitar su vida, hay que vivir, para decirlo, no se en cuanto ayuda en este tiempo pero inclusive para la propia patología, uno toma actitudes distintas de acuerdo a cual sea la edad y la capacidad de cada paciente.

Entonces si uno tiene una persona que tuvo un infarto se le indica un reposo laboral que tiene determinado tiempo pero es distinto si la persona trabaja de empleado en la oficina sentado frente a una computadora que si es albañil de la construcción y ahí cambia todo entonces, acá cambia todo, todo el tiempo para mí no hay una posibilidad de tomar una perspectiva en esto sino que las perspectivas tienen que tener todos los matices de las situaciones sociales, de las situaciones económicas, de las situaciones laborales, de cada una de los individuos y ahí es donde llegamos a este punto.», comenzó.

Para seguir, «nosotros como médicos en el hospital cada vez que abre temblamos porque como se dice o como lo están expresando el sistema de salud está tenso, el sistema de salud está ahí yendo pero que no puede recibir rápidamente ningún embate, el sistema de salud puede seguir adaptándose a mayor demanda en una forma progresiva, en una forma lenta, en una forma programable, ahora sí de golpe algo estalla sabemos que vamos a estar desbordados y cuando nos desborda el daño se multiplica porque no es solamente el número de pacientes a atender sino que la capacidad para atenderlos razonablemente va reduciéndose en la medida en que los casos se presentan todos juntos, vuelvo a citar el infarto  si yo tengo cinco camas de unidad coronaria y cuatro infartos es posible que atienda bien, y si a esas mismas camas me llegan ocho infartos y algunos no van a estar atendidos adentro de la unidad coronaria, van a ser atendidos en otro sistema con menor cantidad de prestaciones por ahí muy bien pero estoy enfrentando un riesgo de que no me vaya tan bien para atender ese número, necesito un número determinado de cardiólogos, si yo tengo un cardiólogo para atender un número de pacientes, si tengo dos o tres veces más pacientes ese cardiólogo ya no puede atender con la misma habilidad a todos ellos, bueno esto es un ejemplo de cuales son nuestros temores.»
«Ahora también como individuo social seguir pidiendo que la gente no salga a la calle, que no trabaje, es más difícil, yo veo los comercios del barrio, todo lo que era lo gastronómico y a veces se me cae un lagrimón, porque entonces yo no tengo la respuesta pero nosotros vamos a tener que convivir como agente de salud con esta necesidad que tiene la sociedad de reactivar la producción, de reactivar el comercio y reactivar el empleo y no tanto de reactivar la vida porque en esto coincido que sobre la necesidad de esparcimiento y bienes superiores esta la de seguir vivo ¿no? pero después la necesidad económica incluye también la vida, digo yo cuando hablamos de salud hablamos del <bienestar psicofísico integral> y esto incluye también el esparcimiento, incluye el trabajo, incluye la diversión, incluye el desarrollo social, incluye el acceso a la vivienda, el acceso al agua; la salud es todo junto, la salud del individuo es la salud de la comunidad y si la comunidad está toda enferma por la pandemia y está toda enferma porque las relaciones sociales están totalmente alteradas bueno ya no tenemos esa salud;  tenemos para aspirar a esa salud, por supuesto tiene que tener trabajo, tiene que tener vivienda, tiene que haber agua, tiene que haber servicios esenciales y hay que compatibilizar, no soy yo la persona experta para hacerlo pero hay que bancar el punto de que la cuarentena como método para preservar la salud se ve superado por algunas otras necesidades.», enfatizó.
Cuando le preguntamos por la movilización que realizaron los médicos y personal de salud del Santojanni el 19 de mayo saliendo a la calle y mostrando su preocupación a los dos meses de iniciada la cuarentena refirió:
«Esa medida sirvió, esa medida fue escuchada y sí, tardamos mucho tiempo en conseguir lo que nosotros reclamábamos pero a partir de ahí se dio el puntapie inicial; entonces hoy tenemos muy claro cuál es el circuito de ingreso de pacientes, las área de internación, las responsabilidades que se le demanda al paramédico, el sistema de traslado dentro del hospital, se ha hecho una señalización a cargo del mismo personal, no es que el gobierno ha traído los elementos, pero un poco a través de la alerta que se puso en el hospital, los trabajos individuales de cada uno a una mejor adaptación al trabajo que nos permitió todo este tiempo;  era una sensación de desconcierto, parecía un hormiguero que le habían echado agua, no teníamos una buena guía adonde ir, de que hacer, de cómo ubicarnos, de donde distribuir las cosas, de cómo preparar los ambientes de trabajo, de cómo protegernos frente a  la enfermedad, cómo tener los equipos de protección personal (las máscaras, los camisolines, los barbijos), era todo un desconcierto porque había un gran problema en la organización al menos en el lugar donde yo desempeñaba mis tareas, todo esto con una mejor organización al menos y una provisión de equipos adecuados y una mejor dirección de los esfuerzos es que estamos logrando mucha más eficiencia con menos desgaste.»
Consultado por la situación de los médicos en términos ánímicos, profesionales, etc….añadió,»diste con el punto, que empezó si bien esto estaba haciendo ruido, es en esta semana donde está eclosionando ¿no?  es que desde que esto empezó no se paró, por supuesto que los niveles de responsabilidad no son los mismos, todo depende de la especialidad que cada uno tenga, pero también la mayor parte de especialidades no están trabajando en su especialidad, uno tiene trabajando en la Unidades Febriles de Urgencia donde se hacen los hisopados y la recepción de pacientes a otorrinolaringólogos, a odontólogos, que son los que registran casos y hacen los hisopados nasofaríngeos, gente que atiende lo que se llama atención de <triage>, que es donde se selecciona la gente para detección de síntomas, los médicos de diabetes están atendiendo clínica médica, los médicos cardiólogos están atendiendo clínica médica, todo este cambio en la habitualidad de trabajo y en la perspectiva de trabajo significó más allá del desgaste físico o del desgaste mental del desgaste laboral habitual un nuevo tipo de desgaste que es adaptarse rápidamente a una nueva tarea y no voy al negar adaptarse a una tarea en la que uno tiene miedo, porque el miedo va disminuyendo pero en un principio, no porque uno no supiera como es la enfermedad, porque no sabemos cuánto de agresiva iba a ser la enfermedad porque el número de contagios es muy alto pero afortunadamente el número de muertes es poco, si al nivel de contagios le hubiese correspondido el número de muertes que creíamos en principio que era un 5 por ciento esto hubiese sido para nosotros una catástrofe; gracias a Dios está llegando con suficiente demora como para conocer mejor las características del diagnóstico y de la enfermedad y probablemente hayamos tenido suerte en esta área del planeta y que el virus haya llegado con una manifestación un poco distinta.»
«Pero vuelvo al hecho del temor, el médico que tiene una tarea, que tiene un conocimiento, que tiene una expertise (pericia), de golpe lo ponen a trabajar en una forma urgente en un lugar para el cual no se sentía preparado, para hacer cosas que no había hecho nunca y para enfrentar el riesgo de la enfermedad que todos desconocíamos, esto significa un desgaste tremendo y cinco meses después de empezar esto los médicos no han tenido derecho, y está bien que para la sociedad así sea, pero como individuos no han tenido un día de licencia, y muchos ni siquiera se han tomado las vacaciones en enero y febrero porque tenían programadas las vacaciones para abril-mayo y entonces van meses de trabajo sin descanso, meses de mucha tensión, meses de mucho desgaste donde en una profesión como la profesión médica que tiene enfermedades conocidas por la profesión como el burnout («síndrome del trabajador quemado») está relacionado con una respuesta de stress crónico en el trabajo, generalmente, se caracteriza por un progresivo agotamiento físico y mental, falta de motivación absoluta, entre otros dentro del trabajo que es quemarse la cabeza, quemarse físicamente y que es reconocido laboralmente como el stress laboral y que ha merecido desde hace 10 años una pausa anual por stress que es preventiva y paliativa de la enfermedad del <burnout>, del quemado; ahora no solamente esta enfermedad hace impacto siempre en la vida diaria del médico sino ahora en esta situación ha hecho más impacto que nunca y no se ha podido tomar esta pausa por stress.», recalcó.
Y continuó el tema, «hay mucha gente que está quemada en el servicio, hay mucha gente que está deprimida, hay mucha gente que ha perdido eficiencia por el agotamiento, por el desgaste, por el stress y después el reconocimiento de mucha gente se perdió, esto es lo que le pasa en lo público, en lo privado perdió su capacidad económica, está con problemas económicos como otra gran parte de la sociedad y los problemas del cuidado de sus hijos como el resto de la sociedad, pero esto impacta porque uno dice cuido a los hijos como todos pero bueno a los médicos no nos han dado licencia para cuidar a los hijos; por el decreto de emergencia sanitaria todos los trabajadores si hay una pareja de trabajadores uno de los dos está licenciado, esta dispensado de ir a trabajar para poder cuidar a los hijos menores de 14 años, este derecho a los médicos nos ha sido negado entonces los que tenemos, los que constituimos parejas con personal de salud, donde ambos somos personal de salud, no tenemos como cuidar a los chicos es otra causa de desgaste mayúsculo, digo si la sociedad está desgastada por el stress, por el temor, por la necesidad de cuidarse, por las precauciones, por la pérdida económica y demás a nosotros esto nos impacta dos o tres veces más para que se entienda.»
Y finalizó la nota dejando sus últimas reflexiones, «es un momento muy difícil porque dentro del hospital se viven momento de angustia, la gente que tiene la familia internada también la pasa mal porque no tiene acceso a ver a sus hijos;  ahora se ha hecho un nuevo protocolo para que el hospital este un poco más amigable porque hay que reconocer que los centros de salud de replegaron, se encerraron en sí mismo tratando de  proteger y protegerse, hemos limitado ingresos porque la gente no puede ingresar a contagiarse ni puede ingresar a contagiar a los que están internados, es un tema muy difícil.
Nosotros tuvimos pérdidas en la familia y en un momento donde la salud se ve totalmente alterada, tele consultas, médicos que te atienden por teléfono, esperamos que esto sirva como experiencia para entender que el sistema de salud no puede esperar cuatro o cinco meses para ponerse fuerte, que es el tiempo que nos llevó a nosotros en el hospital Santojanni <el sistema de salud tiene que estar fuerte siempre> no se puede esperar a armar un sistema de salud, y a capacitar médicos y a conseguir terapistas y a conseguir respiradores, y a conseguir camas y a conseguir habitaciones, en un lugar que todavía es inapropiado para atender una pandemia porque los lugares, porque los contagios que tenemos entre los médicos están creciendo geométricamente, y este es el otro punto, cada vez tengo más médicos enfermos y por cada médico enfermo tengo uno, dos o cinco médicos aislados que son los que trabajaron en su cercanía esperando 14 días  a ver si se <positivizan o no>; sobre el poco personal que hay tenemos la pérdida de este personal, más el personal que tiene factores de riesgo que no concurre, el personal que ha enfermado de otras cosas, más el personal que ha estallado por otros lados, entonces el sistema de salud tiene que estar fuerte siempre, perdón como en los países importantes digamos que si esto fue una guerra como alguien dijo, las fuerzas armadas no se hacen en un día, no se van a comprar tanques el día que empiezan a sonar los tiros, ni se compran los cartuchos, las fuerzas armadas están  entrenadas siempre y equipadas siempre y del equipamiento de las fuerzas armadas depende el éxito que pueda tener un país en un conflicto bélico, bueno si hemos homologado está pandemia como una guerra contra el virus si no me diste el <chumbo> y no me diste la munición y no me diste el uniforme y no tengo el borcegui y me querés entrenar en 15 días y conseguir las armas en Croaccia y en Ecuador estamos muertos.»