Otra Vez Iron Mountain: Sospechas y Certezas.

Publicado: 26 abr 2023
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El ingeniero Edgardo Castro, inspector que había pedido la clausura del galpón de Iron Mountain en 2008, sostuvo que el incendio de este lunes «fue intencional», y aseguró que el depósito «no puede estar habilitado nunca» ya que «no tenía ninguna condición de seguridad».

«Como primera cuestión, el incendio fue intencional, nada más que esta vez lo midieron mejor que la vez pasada. Estaba mejor armado», aseveró Castro, ingeniero en Seguridad Ambiental, licenciado en Higiene y Seguridad del trabajo y auditor en sistemas de calidad y medio ambiente. 

El especialista argumentó que el incendio en el depósito, ubicado en Jovellanos al 1300 en el barrio de Barracas, «fue un calco de lo que pasó la vez anterior», debido al «tiempo de desarrollo del fuego, por la cantidad de material acumulado y cómo se derrumbó el edificio».

«Eso es técnico, no es una apreciación subjetiva. Es una evaluación científica», aseveró Castro, quien sostuvo que al ver la noticia del incendio no se sorprendió «para nada».

En cuanto a las condiciones edilicias, señaló que el depósito «no puede estar habilitado nunca»

«Ni antes podía estar habilitado, ni ahora. No tenía ninguna condición de seguridad, pero no porque no tenía matafuegos o todas esas variables, sino porque estructuralmente no se podía habilitar para ese depósito», aseveró. 

En este sentido, sostuvo que el inmueble de la empresa Iron Mountain «tenía que haber sido desmantelado, y seguía habiendo material», y agregó que «ese material que estaba ahí adentro era el material remanente que no quemaron en 2014. Y ahora, como tienen la lupa en la cabeza, había que terminar de desaparecerlo. Eso era un búnker».

De este modo, Castro señaló que «semejante cantidad de superficie de material de volumen y de superficie del territorio no lo quemás con un solo fósforo, tenés que poner un iniciador enérgico, hay muchas variables. Estos tipos son especialistas en destruir material».

«A veces estas empresas viven de eso, hacen estas cosas cotidianamente. Son profesionales. Pero a ver si tenés las joyas de la abuela y no la querés tener en tu casa y vas a un banco, te tienen que llevar una caja fuerte que te garantice un nivel de seguridad. No las ponés en un depósito que tiene cajas de cartón y una estructura de chapa y de hierro», ejemplificó.

Consultado sobre las posibles víctimas fatales que hubiera desatado el incendio, como ocurrió con los 10 fallecidos de 2014, sostuvo que, a diferencia de esa vez, «esta vez ya lo tenían previsto».

«El fuego anterior no generó tanto daño estructural, por eso aguantó nueve años. El edificio se cae, igual que la otra vez, porque cuando vos al hierro lo llevas a 600 grados de temperatura se ablanda. Entonces, la estructura que es muy pesada se derrumba y fue lo que pasó ahora. Pero para llevarlo a 600 grados, tiene que tener mucho material combustible, si no lo llevas un galpón que tiene ocho metros de altura», explicó. 

Por este motivo, Castro reconoció que el incendio le genera «suspicacia»: «¿Qué hacían los materiales ahí adentro?», se preguntó el experto.

«No fue una casualidad, fue una orden bajada desde arriba. Los tipos que mataron a 10 personas les escupieron la cara a los familiares y a los muertos», expresó Castro, y concluyó que «el Gobierno de la Ciudad y la Justicia son socios de esto».

Familiares y sobrevivientes del incendio registrado en 2014 en ese mismo predio, donde murieron 10 personas, se mostraron convencidos de que el nuevo siniestro «también fue intencional» y consideraron su ocurrencia como «sospechosa» teniendo en cuenta que hace sólo 12 días fue elevada a juicio la causa por el siniestro de hace 9 años por la que serán juzgadas 18 personas entre directivos de la empresa y exfuncionarios de la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno porteño.

Este es el segundo siniestro que se registra en los galpones del barrio porteño de Barracas y si bien el episodio aún no tiene calificación legal existe la sospecha de que pudo haber sido intencional.

Fue un shock porque es una herida que tenemos abierta porque la Justicia no se ocupó de poder cerrarla», dijo Sandra Barícola, hermana de Pedro, empleado de Defensa Civil fallecido en el incendio de 2014. 

Sobre el origen del fuego, la mujer afirmó que «más intencional no puede ser» si se tiene en cuenta la multiplicidad de focos, el poder del fuego y que «los vecinos hablan de explosiones previas»; y las dudas más bien pasan por saber «porqué quisieron incendiar esta vez, qué documentación tenían ahí» que querían hacer desaparecer.

«Las paredes se volvieron a caer del lado de la calle porque el depósito no estaba en condiciones (de funcionar) como no lo estaba en 2014. El mismo hecho vuelve a ocurrir nueve años después porque la Justicia es lenta y esta gente tienen intereses creados con el Gobierno de la Ciudad, porque de lo contrario no hay forma de volverlo a habilitar», agregó.

«Es muy raro, creo que es un nuevo acto de impunidad de nuevo, lo tomo así. Lo hicieron una vez y lo vuelven a hacer. Nos dicen ‘vamos a volver a incendiar todo lo que podamos’ y eso nos causa mucha indignación», dijo.

«En todos los lugares donde hubo incendio -Cromañón, y otros- nunca más se habilitó nada y nos preguntamos cómo puede ser que éste lugar sí siga funcionando», dijo 

El nuevo incendio comenzó pasadas a las 14 horas del día 24 de abril en el contrafrente del depósito de Iron Mountain, en Gaspar Jovellanos al 1300 del barrio de Barracas, al que los efectivos lograron ingresar usando una sierra, ya que la puerta estaba cerrada y sin empleados.

El 5 de febrero de 2014 el mismo depósito de Iron Mountain, donde se resguardan archivos bancarios de grandes empresas, sufrió un incendio de proporciones en el que murieron 10 personas, 8 de Bomberos y dos de Defensa Civil.

 

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Fuente: Télam