Proponen equipar con desfibriladores a las estaciones de Subte

El Legislador Hernán Rossi (UNEN) propuso que las estaciones de Subte, estadios, grandes supermercados y entidades bancarias, entre otros, cuenten con equipos desfibriladores para atender eventuales urgencias cardíacas. «El 90% de los ataques ocurren en la vía pública y solo el cinco por ciento de esos pacientes llega con vida al hospital», afirmó.

El presidente del bloque UNEN-Suma+, Hernán Rossi, presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley para que sea obligatoria la existencia de un desfibrilador externo automático (DEA) en todas las estaciones de subte, terminales de micros, estadios deportivos y clubes.

El legislador busca que los grandes supermercados, centros comerciales que superen los mil metros cuadrados, teatros, instituciones educativas, hoteles, bingos y hasta entidades bancarias tengan un DEA, para establecer medidas de prevención que permitan salvar la vida de cualquier ciudadano.  En el mismo sentido, reveló que en nuestro país 100 mil son las personas que fallecen por año como consecuencia de esta enfermedad y que esto representa un 32 por ciento del total de las muertes en la Argentina.

Rossi destacó que los avances tecnológicos permitieron desarrollar estos aparatos con un funcionamiento automatizado y que su utilización es una muy buena posibilidad de incrementar el número de personas que sobrevivan a un paro cardíaco.

El diputado porteño reseñó que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que representan el 30 por ciento de la mortalidad en todo el mundo.

El desfibrilador externo semiautomático (DESA) es un aparato electrónico portátil (producto sanitario) que diagnostica y trata la parada cardiorrespiratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular (en que el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica) o a una taquicardia ventricular sin pulso (en que hay actividad eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz), restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente. La desfibrilación consiste en emitir un impulso de corriente continua al corazón, despolarizando simultáneamente todas las células miocárdicas, pudiendo retomar su ritmo eléctrico normal u otro eficaz. La fibrilación ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita.

El DESA es muy eficaz para la mayor parte de los llamados paros cardíacos, que en su mayor parte son debidos a que el corazón fibrila y su ritmo no es el adecuado, estos equipos básicamente devuelven el ritmo adecuado al corazón, pero es totalmente ineficaz en la parada cardíaca con asistolia pues el corazón, en este caso, además de no bombear la sangre, no tiene actividad eléctrica; y en la Actividad eléctrica sin pulso (AESP) antes denominada disociación electromecánica, donde hay actividad eléctrica, que puede ser incluso normal, pero sin eficacia mecánica. En estos dos últimos casos únicamente se debe realizar compresión torácica mientras se establecen otras medidas avanzadas.

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