Recibimos en «Comunas un Desafío» a Ricardo Borro

La toma del frigorífico Lisandro de La Torre, que llevaron a cabo sus trabajadores hace 54 años en el barrio de Mataderos, constituyó un hito en la lucha del movimiento obrero contra las políticas de privatización y ajuste, e inauguró además un período de alta conflictividad social que signó al gobierno del presidente Arturo Frondizi.197_clip_image002

El frigorífico Lisandro de La Torre fundado en 1925, faenaba en 1959 un millón y medio de kilos de carne por día, además de producir cortes provenientes del ganado ovino, caprino y porcino.

Nos contó Ricardo que «gracias a sus dimensiones y la gran cantidad de carne que procesaba, el Lisandro de la Torre le permitía al Estado fijar precios internos y recuperar divisas provenientes de las cuotas de exportación.» Y agregó «Pero en 1959, y como parte de una política de recortes acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Frondizi impulsó su privatización a través de una licitación internacional que fue luego adjudicada a la CAP (Corporación Argentina de Productores de Carne), una entidad ligada a empresas multinacionales.»

El 14 enero, el Poder Ejecutivo logró que el Congreso, en una tumultuosa sesión, aprobara la privatización del frigorífico, lo que desató la inmediata reacción de sus 9.000 empleados.

toma frigoificoEl dirigente del Sindicato de la Carne Sebastián Borro se puso  al frente de una gran acción de protesta que movilizó a los trabajadores del Lisandro de la Torre, quienes en una multitudinaria asamblea decidieron la toma del establecimiento y se declararon en huelga. Destacó ricardo que en ese momento    «la medida concitó el apoyo de los vecinos de los barrios de Mataderos, Lugano, Villa Luro y Floresta, que en solidaridad con la huelga se congregaron en la entrada del frigorífico, donde podía leerse una pancarta: «En defensa del patrimonio nacional».       

En el día de ayer se descubrieron dos placas en conmemoración de la lucha de los obreros en la toma del frigorífico y en homenaje a Sebastián Borro como un dirigente obrero incorruptible y un luchador incladicable.

 

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