Roberto Arlt, 120 Años.

Publicado: 26 abr 2020
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Roberto Arlt nació el 26 de abril de 1900, según se especifica en su partida de nacimiento con el nombre de Roberto Arlt y no como otros biógrafos que han señalado que se le anotó con el nombre de Roberto Godofredo Christophers Arlt. Su padre, llamado Carlos Arlt, era de origen prusiano y hablaba alemán; su madre, Ekatherine Iobstraibitzer, había nacido en Trieste, y su lengua original era el italiano.
Es sabido que el mismo escritor con algunas de las referencias a su vida logra construir una imagen de niño terrible y rebelde en el período de su infancia y durante su etapa de escolarización, en las escuelas del barrio de Flores donde vive con sus padres. Esas afirmaciones lo muestran como revoltoso y mal alumno frente a sus maestros. El escritor concluye satisfactoriamente el quinto grado, que al parecer era en muchas escuelas de esa época el último año de la primaria,.ya un adolescente, a la edad de 14 años.
Arlt es estimulado por su madre en sus estudios pero al mismo tiempo ella lo impulsa a trabajar desde muy chico para ayudar a sustentar los gastos básicos de su casa familiar. Lo hace durante períodos cortos, en una bicicletería de su barrio, Flores; luego cuando su padre se ausenta de su casa, se emplea como vendedor de papel de envolver y debe atender a sus clientes en diversos comercios de la zona.
Arlt en su adolescencia se lleva mal con su padre, que es muy violento y lo somete a severos castigos corporales. En un momento la situación llega a ser demasiado tensa y el padre lo echa de su casa. Es por eso que durante esos años Arlt efectúa diversos trabajos para poder subsistir, realiza aprendizajes como dependiente en una librería, en un taller mecánico, en el puerto, en una fábrica de ladrillos y a veces realiza tareas de pintor, como él mismo lo cuenta en una de sus aguafuertes en el diario El Mundo.
 
 
Sus lecturas iniciales son los diversos tomos del folletín de Pierre-Alexis Ponson du Terrail, Las hazañas de Rocambole.
También Arlt ha señalado además de su fervor por Baudelaire, Verlaine, Carrere y Murger. La influencia de esos autores y, especialmente, el de Las hazañas de Rocambole es reconocible entre los entusiasmos literarios del personaje Silvio Astier en su primera novela El juguete rabioso (1926).
Arlt es quizás uno de los pocos escritores destacados en los comienzos del siglo XX que proviene de la clase media de escasos recursos económicos, hijo de inmigrantes pobres, educado en la escuela pública y de formación prácticamente autodidacta en la ciudad de Buenos Aires.
Su cultura es una cultura de «mezcla», el lenguaje de sus relatos es una empresa apasionada por hacer confluir la influencia del italo-alemán familiar con la sintaxis y el tono del habla hispana rioplatense.
Es necesario decir que Arlt vivió para escribir y escribió para vivir. Por eso afirmaba que cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte. Sobre una bovina de papel o en un cuarto infernal y a la vez, expresaba que ganarse la vida escribiendo es penoso y rudo
Estimulado por esa primera aparición de un relato suyo, Arlt comienza escribir hacia 1919 su primera novela, El juguete rabioso, que por ese entonces se llamaba La vida puerca. Sus biógrafos coinciden en que el entusiasmo de Arlt por tal iniciativa lo lleva a andar con su novela en preparación por todos lados y que muchas veces solía acosar a sus amigos en los bares que frecuenta con la lectura de los primeros capítulos. 
Por otra parte, al poco tiempo publica un ensayo literario titulado Las ciencias ocultas en la Ciudad de Buenos Aires, en Tribuna Libre, n.º 63, del 28 de enero de 1920.
 
El juguete rabioso se edita en 1926, un año revelador para la literatura argentina, porque se publican varios libros muy significativos, entre ellos Los desterrados de Horacio Quiroga, la novela Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes. Roberto Arlt dedica esta primera novela a Güiraldes. 
 
En el diario El Mundo, va a escribir sus crónicas de viajes. De sus giras por el norte y el sur del país, por Uruguay, Brasil y luego por España y África quedarán sus impresiones de gran observador. Las Aguafuertes españolas son uno de los testimonios más logrados de esa actividad de escritor viajero.

En 1929, sale la primera edición de Los siete locos (Editorial Latina), al año siguiente una segunda edición en Claridad y, en 1931, da a conocer con el título de Los lanzallamas la que es, en realidad, la segunda parte o la continuación de Los siete locos. En el mismo año de 1931 sale la tercera edición de Los siete locos en Claridad.

 
Si bien Arlt se convierte en un novelista exitoso, sobre todo por las reediciones y el reconocimiento de la crítica que recibe por siete locos, no le va tan bien con Los lanzallamas. Pese a que la reedita a los pocos meses de su publicación, no tiene una buena recepción crítica.
 
Es su cuarta novela y aparece con el título con que la había anunciado, El amor brujo, en 1932.
Hasta pocos días antes de su muerte la mayoría de sus relatos van a aparecer en diarios, revistas y folletines, como El Mundo Argentino, El Hogar, El Mundo y La Nación. 
 
Por cierto, en su primer libro, El jorobadito, reúne algunos de sus mejores cuentos y podemos encontrar en ellos todos los temas recurrentes de la narrativa arlteana. En el que da título al libro, lo grotesco y la búsqueda de identidad. 
 
El mundo del delito y la violencia en «Las fieras»; el amor en una versión neorromántica en «Esther Primavera»; la crítica feroz a la miserabilidad burguesa y a los ritos y convenciones afectivas en «Pequeños propietarios» y «Noche terrible».
 
En el libro El jorobadito hay dos cuentos que expresan esta tendencia de Arlt: «La luna roja» y «El traje del fantasma»
En El criador de gorilas se agregan otros y particularmente en su producción teatral lo fantástico se fusiona con la farsa y el grotesco.
En uno de sus últimos textos, Un viaje terrible, publicado como una nouvelle en 1941, las estrategias narrativas fantásticas alcanzan su mejor expresión, conjugadas con un evidente registro paródico.
 
Sus piezas teatrales más memorables: 300 millones, estrenada en el Teatro del Pueblo, el 17 de junio de 1932; Saverio el cruel, en el Teatro del Pueblo, el 4 de septiembre de 1936; El fabricante de fantasmas, Compañía de Milagros de la Vega y Carlos Pirelli, 8 de octubre de 1936; La isla desierta, Teatro del Pueblo, 30 de diciembre de 1937. África, Teatro del Pueblo, 17 de marzo de 1938; La fiesta del Hierro, Teatro del Pueblo, 18 de marzo de 1940.
Tras su muerte el 26 de julio de 1942, de un paro cardíaco, grandes escritores lo tomarón como maestro, entre otros Cortazar.