UNICEF Advierte Sobre la Pobreza

Publicado: 06 ago 2020
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Desde Unicef y según los datos oficiales del INDEC se elaboró informes que arrojaron los siguientes datos:
A fin de este año habrá 1,2 millones de pobres más entre los niños, niñas y adolescentes (NNYA) de Argentina que el año anterior. 
Las nuevas estimaciones del organismo alertan que, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, la cantidad chicas y chicos pobres pasaría de 7 a 8,3 millones.
El estudio se basó en las nuevas proyecciones de caída del PBI que actualizó el que la organización realizó en mayo, números afectados por la pandemia de coronavirus.
En el caso de Argentina dan cuenta de un incremento de la pobreza infantil de 4,3 puntos porcentuales en junio en relación a la estimación de mayo, pasando del 58,6% al 62,9% actual.
La representante de Unicef Argentina, Luisa Brumana, destacó que -en este contexto- el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) alcanza al 47% de los hogares, frente al 22% que lo recibía en abril.

“Son 13 millones de personas que habitan en 2,8 millones de hogares donde al menos un miembro recibe el IFE”, y señaló que la continuidad de los programas de protección social “es clave para evitar que más hogares caigan en la pobreza extrema”.

El consumo de alimentos es una de las variables en las que impacta con más fuerza la disminución de los ingresos en los sectores vulnerables.

Los programas alimentarios como la Tarjeta Alimentar alcanzan a 36% de los hogares (frente a 19% en abril).

No obstante, la concurrencia a comedores populares aumentó (pasó de 8% a 10%) y mejoró notablemente el acceso: en abril 8% de las personas que concurrieron a un comedor reportaron problemas para acceder o retirar viandas; en julio este porcentaje se redujo a 1%.

Las encuestas de UNICEF marcan una situación más crítica en los barrios populares.
“El coronavirus afecta la vida de los chicos y las chicas de todas las clases sociales, pero en las familias más pobres el impacto es mucho mayor”, afirmó Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF.
“En el 15% de los hogares encuestados se tuvo que recurrir a algún préstamo o fiado por parte de algún comercio para comprar alimentos. El porcentaje aumenta al 29% cuando el hogar no tiene ingresos laborales, al 25% en barrios populares y al 22% para los titulares de la Asignación Universal por Hijo”.

A poco de cumplirse 160 días de conocerse el primer caso de COVID-19 en Argentina, y a 140 días de implementarse en el país el ASPO, el 87% de la población afirma que la cuarentena obligatoria para toda la población puede evitar el contagio de coronavirus en su hogar. 

Si bien disminuyó casi 10 puntos porcentuales de abril a julio, la aceptación de esta medida aún es muy alta entre los hogares con niños y niñas, en una fase donde la protección dependerá cada vez más de las familias.

La población adolescente (según encuesta) es la que más se siente protegida con el ASPO, que apoya en el 95% de los casos.

Aun así, un 26,8% de los chicos y las chicas dijo sentirse angustiado (+70% que en la encuesta anterior), casi el 25% está asustado (valores similares entre abril y julio) y hay un 11% deprimido (+78%).

Consultados sobre lo que más les cuesta de la cuarentena, 7 de cada 10 respondió “no ver a los amigos”, el 51% “no salir”, el 38% “no poder ir a la escuela”, el 38% “estar encerrado/a”.

Sobre el retorno a la escuela, hay un 43% de chicos y chicas que tiene miedo a contagiarse, un 14% que teme viajar en transporte público y un 27% cuyo temor es “no poder recuperar el ritmo de las clases presenciales”.

Esta segunda encuesta también midió efectos sobre la primera infancia: desde el inicio de la cuarentena un 48% de los chicos y chicas muestra alteraciones con las comidas, un 46% alteraciones con el sueño y un 16% problemas de comunicación, situaciones que constituyen alertas de los efectos del aislamiento sobre el desarrollo infantil.

Sobre este punto, el equipo UNICEF destaca la necesidad de que el Estado brinde apoyo psicológico, en las familias y en la comunidad, para que los chicos y chicas retomen la seguridad y la confianza en sí mismos, y fortalezcan sus procesos de socialización. Y en la medida en que las condiciones epidemiológicas lo permitan, cumpliendo estrictamente los protocolos de bioseguridad, garantizar el retorno a la escuela.

Finalmente, la encuesta consultó sobre la reacción de los niños y las niñas frente a las salidas recreativas y la continuidad de atendimiento de salud en la infancia.

Hay un 61% de chicos y chicas que disfrutaron de las salidas, luego del período inicial de encierro, un 38% que reaccionó “con atención y asombro”, un 7% que se mostró “atemorizado” y un 3% que no quiso salir.

En cuanto a los controles de salud y vacunación, el 28% de las familias encuestadas señaló que desde que se implementó la cuarentena “tuvo que dejar de asistir”. Un 40% de los hogares pudo retomar los controles de salud y de vacunación en las regiones del país donde se flexibilizó las medidas de aislamiento.