70 Años de los Ferrocarriles Argentinos.

Publicado: 04 mar 2018
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El 1 de marzo de 1948 en la Estación Retiro se produjo el traspaso de los ferrocarriles ingleses al Estado Argentino.

Desde hace 70 años ese día sería para siempre el Día del Ferroviario.

Haciendo un poco de historia, el Ferrocarril Oeste de Buenos Aires (FCO), inaugurado en la ciudad de Buenos Aires el 29 de agosto de 1857, fue el primero que se construyó en el país, con capitales nacionales y el principio de lo que sería una de los diez países con mayor kilometraje de red ferroviaria del mundo, sin embargo los gobiernos liberales y su política de entrega garantizando tarifas, basándose en las utilidades que las propias empresas inglesas informaban en sus balances, cediendo tierras y además con asesores o gerentes que eran además funcionarios de gobierno, fueron dejando en manos extranjeras el manejo de los ferrocarriles.
Con el correr de los años los capitales ingleses y franceses fueron los que terminaron de desarrollar los distintos ramales principalmente para acceder a los puertos de Buenos Aires, Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata y Neuquén.
En el año 1870 la red contaba con 772 kilómetros de vías, para 1900 ya estaba en los 16.500 kilómetros de vías, en 1915 contaba con 33 mil kilómetros y para 1947 ya eran 42.700 kilómetros de vías, de los cuales 29.000 habían sido construidos por capital ingleses y franceses. Capitales principalmente de origen británicos que financiaban el crecimiento de la red ferroviaria, pero a su vez condicionaban el desarrollo de la industria nacional. Las empresas que participaban en el negocio eran en su gran mayoría británicas y pertenecían al mismo grupo de intereses que invertían en la red ferroviaria.
Con respecto al tema, Scalabrini Ortiz decía : “El ferrocarril no es argentino nada más que para maniatar, para usar, sofocar y explotar los productos naturales, es decir, que sólo es argentino como factor primordial del anti-progreso”.

El 13 de febrero de 1947 se firma el acuerdo, por el traspaso de los ferrocarriles, por nuestro país lo rubricaron Orlando Maroglio, presidente del Banco Central, Ramón Cereijo, ministro de Hacienda, Juan A. Bramuglia, ministro de Relaciones Exteriores y Culto y Miguel Miranda, por el lado británico firmaron el embajador en nuestro país sir Reginald Leeper y sir Clive Latham Baillieu, jefe de la misión comercial inglesa.
Con la nacionalización se rompen los lazos de dependencia que imponía la política Británica en el Río de la Plata, un año después el 1º de marzo de 1948 una multitud concurrió a la estación Retiro para festejar la nacionalización de los ferrocarriles, en primer término habló Evita…. Perón no pudo asistir al acto, afectado por una apendicitis, fue operado de urgencia, fue una de las pocas veces que una multitud escuchó a Evita sin corear su nombre, esperaron en silencio la palabra de Perón.
La nacionalización no fue solamente una transferencia de una administración a otra, la misma representaba un hecho soberano e independiente que fortalecía la identidad nacional, Raúl Scalabrini Ortiz uno de los grandes impulsores expresaba:
“… Los ferrocarriles constituyen la llave fundamental de una nación. La economía nacional, pública y privada, el equilibrio de las diversas regiones que la integran, la actividad comercial e industrial, la distribución de la riqueza y hasta la política doméstica e internacional están íntimamente vinculadas a los servicios públicos de comunicación y transporte”.
“… Los ferrocarriles pueden extraer sus rentas del modo que a ellos les convenga. Ellos pueden matar industrias, como las mataron. Pueden aislar zonas enteras del país, como las aislaron. Pueden crear regiones de preferencia, como las crearon, Pueden inmovilizar o movilizar poblaciones, como las movilizaron o inmovilizaron de acuerdo a sus conveniencias: pueden aislar puertos, como los aislaron. Pueden ahogar ciertos tipos de cultivos, como los ahogaron, pueden elegir gobernadores como los eligieron”.