Abandono en el Instituto Vocacional de Arte.

Publicado: 29 jul 2022
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«El IVA – Instituto Vocacional de Arte es una escuela pública perteneciente al Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. La actual gestión de Gobierno ha decidido que el frío se apodere de este espacio, que las paredes se deterioren y desgranen por la humedad, que no haya insumos de librería, que el piano este desafinado, que las guitarras no tengan cuerdas y los pincullos estén rajados. La lista es larga», expresaron a través de un comunicado.

«El presupuesto destinado no alcanza a cubrir las necesidades que implican el funcionamiento de manera integral», agregaron.

El IVA nació en 1913 y cuenta con sedes en:

Avenida Garay 1684 (Constitución),

Curapaligue 1026 (Parque Chacabuco) y

Pío Collivadino 470 (Flores),

 

Por allí pasaron figuras de renombre en el circuito artístico local e internacional, como Alfonsina Storni, Laura Novoa, Claudio Tolcachir, Marilina Ross, Arturo Puig, entre otros.

«Lo que estamos denunciando es un total abandono. Se expresa en la precarización laboral, introduciendo figuras como horas a término, que son contratos de marzo a diciembre, la falta de titularización, el abandono de los edificios, la permanente lucha por conseguir insumos o recursos humanos. Hoy pedir licencia o realizar cualquier trámite es una cadena de escollos e imposibilidades», señaló Otto Passenheim, docente de la institución hace 32 años.

En esa misma línea, el docente y delegado de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Fernando Gutiérrez, destacó que desde el ministerio «no han enviado nada de material útil, como lápices y gomas, y si mandan es de mala calidad», y resaltó que se trata de «un instituto artístico, esto va en detrimento del aprendizaje».

Además, aseguró que encontraron un «10% de asbesto» en un edificio que comparte medianera con la sede de Parque Chacabuco y que piden «que se haga ahí la obra que corresponde y la restitución» de estos terrenos al IVA.

«Estamos con frío. Los edificios son viejos, con agujeros por todos lados y puertas que cierran mal. Hay compañeros que se llevaron caloventores para calentarse los pies la semana pasada», agregó.

Gutiérrez rescató que recientemente «se empezó a mover la cosa», después de un festival que realizaron hace un mes y permitió visibilizar las demandas, aunque avanza «en cuentagotas» y van a esperar a que concluya el receso escolar invernal, «a ver qué pasa» cuando se retome la actividad.

 

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