Alejandro Grimson, Antropólogo, en Comunas un Desafío.

Publicado: 05 mar 2018
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Desde los estudios de la AM 690 k24 nos comunicamos con Alejandro Grimson, Doctor en Antropología, ha hecho estudios de comunicación en la UBA, y se ha especializado en procesos migratorios, zonas de frontera, movimientos sociales, culturas políticas, identidades e interculturalidad.
Actualmente es investigador del CONICET y docente del Instituto de Altos Estudios Sociales(IDAES) de la UNSAM. Sus libros y trabajos de investigación recibieron varios premios. Los límites de la cultura fue distinguido en LASA como el mejor libro publicado en castellano en 2011.
¿Te gusta la radio? arrancamos, » Pienso que a la radio  se le anunció su muerte muchas veces y se demostró muy equivocado ese anuncio porque en la vida urbana y en esa vida digamos de la megalópolis la radio se escucha más y se escucha de otra formas y se sigue escuchando de manera impresionante.»
Quisimos que nos analizara un poco porque llegó Macri al gobierno y comenzó diciéndonos, «pienso que en aquel momento y ahora hay algunas cosas que tenemos que tener en cuenta; en aquel momento 2015-2016, se plantearon muchas veces básicamente tres tesis digamos, la primera tesis es que Macri había ganado gracias a los medios hegemónicos;  la segunda tesis era que el kirchnerismo había tenido problemas por la caída de la soja y las comodities y que eso había enfriado demasiado la economía; la tercera tesis era que los sectores que se habían beneficiado de las políticas del kirchnerismo se habían derechizado y habían terminado votando la opción en contra de sus propios intereses.
Yo creo que todas estas tesis digamos tienen que integrar cualquier análisis en la realidad porque obviamente vos no podes pensar un proyecto alternativo, un proyecto popular, sin tener conciencia de lo que son los poderes mediáticos, de los poderes económicos, etc, pero yo creo que cuando se mira solamente todo esto que acabo de mencionar lo que se hace es no pensar reflexivamente si las acciones del campo popular, si los propios errores del campo popular, no terminan favoreciendo en algunos casos a los proyectos de la derecha.»
«Hoy evidentemente uno de los poderes más importantes que tiene Macri deriva de la división de la oposición, si se mira estos dos años de gobierno y mirás el proceso de movilización en las calles vinculado a Ni una Menos, los Derechos de las Mujeres, el paro que va a ver ahora el 8 de marzo; el tema de Derechos Humanos las movilizaciones del 24; la movilización gigantesca que hubo contra el 2X1; las movilizaciones por Santiago Maldonado; las movilizaciones sindicales de los distintos sindicatos, sectores de la CGT, de la CTA; las movilizaciones de los trabajadores de la Economía Popular, los frutazos, las movilizaciones contra los tarifazos, universitarios, científicos, secundarios y así podríamos seguir, lo que se ve es que hubo enormes movilizaciones y todas esas movilizaciones tuvieron un rasgo común, que fueron movilizaciones por derechos donde hubo mucha pluralidad política, no hubo una sola identidad política en ninguna de esas movilizaciones; entonces la gran pregunta de este momento que se agudizó a partir del mes de diciembre con la reforma previsional y el hecho de que se perdió por muy poquito la votación en Diputados, pero al mismo tiempo que se perdió la votación se cayó la reforma laboral, o sea, que hubo también, un triunfo que no se vió pero que existe digamos porque había tres leyes que el gobierno quería pasar y la reforma laboral hoy está muy difícil para el gobierno.», agregó.
Continúa, «¿Cúal es la pregunta: si hay capacidad política para darle una representación específicamente política a toda esa unidad de la movilización que hay en las calles?
Entonces que pasó en diciembre, apareció esta foto de muchísimos diputados de distintas extracciones, de distintos sectores del peronismo, de la izquierda, que estaban riéndose adentro del Parlamento, abrazándose por haber parado la sesión del 14 de diciembre, esa foto sorprendió porque muchas veces parecía que esos diputados y esos sectores que están totalmente divididos en las votaciones con insultos y acusaciones morales muy fuertes, y en los dos meses posteriores, es decir hasta ahora, prácticamente, lo que fue sucediendo es que empezó a haber muchas conversaciones  entre los distintos sectores para pensar si es posible construir una unidad política en la diversidad pensando en 2019, en parte porque después de la elecciones de octubre del año pasado daba la sensación, se instaló la sensación de que el gobierno ya tenía ganado prácticamente su reelección en el año 2019, pero las movilizaciones posteriores vinculadas al gobierno que trató de avanzar muy fuertemente contra los intereses de las grandes mayorías lo hicieron perder 10 puntos en todas las encuestas, rompieron el «teflón» por decirlo de alguna manera, es decir salta lo de Gilligan y bueno tiene que renunciar porque ya no hay más margen digamos, después de lo de Triaca que también golpeó por más que no lo hayan hecho renunciar, le generó otro daño al gobierno, y así se fue rompiendo poco a poco el teflón, aparecieron los cantitos en las canchas y en otros lugares, etc, etc. Si uno exagera pierde de vista que este gobierno todavía  tiene un apoyo social muy relevante, y si uno quiero derrotarlo en las urnas en el 2019 tiene que trabajar de manera muy ardua, no hay 2019 si no hay 2018 si no hay un trabajo programático, un trabajo de construcción, un trabajo donde a las fotos que circularon de unidad en los últimos tiempos hay que sumarle muchísimas mujeres, muchísimos jóvenes, muchísimos de los nuevos dirigentes que están surgiendo en esas movilizaciones, hay que sumarles dirigentes de sectores sindicales, dirigentes de sectores de la economía popular, de los movimientos por los derechos de la mujer, de derechos humanos, etc, me parece que todo eso digamos hay que mirarlo como un proceso, espero yo, tengo la esperanza, que sea dinámico porque sino pareciera que, a mi esto es lo que me pasa, por ejemplo cuando fui ahí al ex Olimpo y cuando voy a los barrios me pasa eso, que la gente dice, bueno pero ¿qué van a hacer los dirigentes políticos? y yo tendría ganas, trato de cerrar esa brecha como si la gente estuviera sentada en una plaza, en un bar, o en un galpón, y los dirigentes políticos estuvieran en la estratósfera, necesitamos achicar eso, que los dirigentes escuchen las demandas de unidad pero también que nuevos dirigentes también surjan y trabajen junto a los dirigentes que tienen más trayectoria, más tradición, porque eso es inexorable.»
«No se puede generalizar, hay muchos dirigentes que sí quieren ir a los barrios, y quieren escuchar y establecer ese diálogo a veces también se torna más difícil por esto que vos comentas que como cada agrupación vive la presencia de un dirigente en un barrio; en la medida en que lo que reina en todas partes sea cierta división, la visita de cualquier dirigente no esta vista como la visita de un grupo en contra de otro o en desmedro de otro; ahora que pasa si en cada lugar de trabajo, en cada barrio, en cada universidad, en cada colegio, empezamos a trabajar cada vez más fuertemente desde las bases, para que haya unidad en la diversidad y desde esa unidad pedirle a un dirigente u a otro que venga a hablar pero no con los que son seguidores de él sino con el conjunto del barrio, con los que son de las distintas agrupaciones, de los distintos sectores, etc, que pasa si digamos la presencia de cualquier dirigente del campo popular es vivida por las distintas agrupaciones como eso, como la visita de un dirigente con el cual hay que discutir, hay que hablar, hay que conversar, me parece que ahí hay todo un trabajo que es un gran desafío en las bases populares en toda esta etapa que tiene que ver conjuntamente; no esperar que avance solamente por arriba una foto de unidad que al fin y al cabo no alcanza con ninguna foto, sino que realmente en las bases haya un proceso no de disolución de todas las identidades, (cada uno tiene que tener su identidad), cada uno tiene su bandera, su nombre, su referente, pero dentro de eso tomando esa diversidad tiene que haber un «marco nuevo» porque no podemos seguir con una lógica de la subdivisión y de la disputa.» añadió.
Nos siguen interesando sus argumentos y agrega, » por un lado lo del límite (para la unidad) tiene que ver con que yo lo que planteo como muchos compañeros es que no hay que pensar una unidad contra Macri, hay que pensar una unidad contra un proyecto político que es el que gobierna la Argentina hoy y que pueden tener otros nombres y que si se hace una unidad contra Macri se suben otros dirigentes con proyectos neoliberales y vos cambias una figura por otra pero en realidad el proyecto sigue siendo el mismo, acá el problema es que la Argentina está dividida, no son mitades iguales, quizás no son mitades, quizás están divididas en dos tercios y hay un tercio que tiene dudas y mira y cambia su posición, pero digamos que hay un tercio de este país que siempre fue muy, muy antipopular, profundamente clasista, racista y mayoritariamente misógino y homofóbico y hay un tercio que quiere un modelo de desarrollo donde haya inclusión social, donde no quede un argentino, una argentina fuera, donde todos los pibes estén adentro, donde haya la máxima justicia social que se pueda, entonces claramente tiene que haber una unidad de todos los que estén en contra del neoliberalismo y están a favor de un modelo de desarrollo con inclusión y con justicia social y con más democracia que garantice la existencia del estado de derecho porque para mí claramente esta en riesgo el estado de derecho hoy en la Argentina y eso hay que resolverlo en 2019 ganándole en las urnas a este gobierno eso por una parte.»
Seguimos preguntando y amablemente nos responde, dando su visión, «el término <traidor>, que es un término que estuvo muy presente  en la política argentina en el campo popular te diría el último medio siglo por lo menos, es un término muy problemático, porque lo que nosotros necesitamos es politizar la discusión, cuando vos decis traidor estas hablando de cuestiones de orden moral y yo quiero politizar la discusión, que discutamos de política; que pensemos distinto vos y yo perfecto, pensemos, pero si pensamos distinto no es porque uno de los dos es un traidor sino porque en realidad quizás todavía no está maduro como necesitamos construir todos los aspectos de un proyecto popular, quizás yo pienso que va de una manera y vos que es más de otra.Ayer fui a una reunión de científicos, anteayer fui a una reunión del mundo de la cultura y de los intelectuales, bueno hay mucha vocación de construir un proyecto alternativo y todavía hay más vocación que claridad, bueno es un momento, es una foto de fines de febrero, principios de marzo del 2018 y justamente por eso necesitamos el 2018 porque cuando termina el año necesitamos que haya tanta vocación como claridad, pero para que haya claridad hay que discutir, conversar, pensar,¿porque quién tiene la verdad? ¿quién sabe exactamente como se hace?.»
Finalizando la entrevista así, «Nosotros también tenemos que aprender de todas las derrotas y no solo hubo derrotas en el 2015, quiero decir hubo otras derrotas en otros momentos de la historia del campo popular de la Argentina, entonces tenemos que aprender de esas derrotas y para decirlo en términos pro positivos, para decirlo en términos de futuro yo creo que necesitamos ir construyendo una fuerza política que tenga una potencia que radique también en su pluralidad en su participación popular, en un espacio democrático de debate y me parece que hay que asumir que el debate es sano porque el debate es donde se construye de manera conjunta y que ahí necesitamos eso y estamos lejos de eso y a todos los compañeros que lo hacen lo saben perfectamente y lo hacen porque creen que es lo mejor para su agrupación y que es la contribución que pueden hacer pero necesitamos hacer este balance con ellos para que ellos entiendan que eso también ayuda a llevarnos a la debilidad y a la derrota; la única forma de revertir eso es  justamente pensando el problema, que tipo de fuerza política es la que puede derrotar el proyecto hegemónico que hay hoy en la Argentina y estas cosas tienen que tener amplia participación popular, esto no quiere decir que no haya direcciones, que no haya dirigentes para nada, no en  absoluto yo no creo en eso, ni en la política, ni en la vida gremial, ni nada, siempre tiene que haber direcciones pero esas direcciones tienen que estar legitimadas, tienen que estar en diálogo, tienen que renovarse, tienen que estar en todos esos procesos incluso poniéndose la disputa en un proceso de elecciones internas, <paso>, o como quieran llamarlas o como quieras hacerlas; pero los candidatos al final en cada provincia y a nivel nacional y en cada comuna los tienen que decidir los laburantes, la clase media, los que apoyen ese frente contra el neoliberalismo tienen que decidir con su participación activa quienes son los mejores representantes para esa pelea, y yo cuando digo esto quiero decir lo siguiente, yo puedo tener mis preferencias, que seguro las voy a tener, y cada uno tendrá las suyas y así sucesivamente, ahora yo no tengo problema en ser minoría, si a mí me permiten ser parte de un espacio que es diverso, si a mí me permiten decir las cosas que yo pienso en términos constructivos para mejorar ese espacio y la mayoría de los compañeros creen que son otras las alternativas mejores, yo no tengo problema en ser minoría, eso es algo que todavía es un aprendizaje político descomunal para nuestra militancia.»