Alergias por Alimentos.

Publicado: 06 oct 2019
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Las alergias causadas por alimentos pueden afectar a entre el 6 y el 8 por ciento de los menores de tres años, así como al 3 por ciento de los adultos.
La alergia alimentaria es, en rigor, una reacción del sistema inmunológico a determinados alimentos.

El sistema inmunológico reconoce como dañinas a algunas proteínas y reacciona para proteger el organismo. Por ejemplo, libera químicos como la histamina, que causa inflamación.

Las alergias alimentarias ofrecen varios síntomas: dolores abdominales, hinchazón, picazón, congestión nasal, vómitos, mareos. El 90 por ciento de los casos son provocadas por un grupo de ocho alimentos.

Huevos

La mayoría de los casos aparecen en niños. Las reacciones disminuyen cuando se entra en la adolescencia. En el caso de los huevos, la mayor parte de las reacciones en los niños son provocadas por la proteína de la clara, aunque también por la yema.

Síntomas: congestión nasal, urticaria, problemas digestivos y vómitos. Los riesgos de alergia disminuyen si el huevo está bien cocido.

Leche

También se da más en niños que en adultos. Los síntomas varían de persona a persona. La alergia se produce de manera distinta, ya que no afecta al sistema inmunológico. La alergia a la leche puede causar anafilaxia, en algunos con riesgos de mortalidad.

Entre los síntomas destacan: erupción cutánea, picazón alrededor de la boca, hinchazón en el aparato bucal, dificultad para respirar y vómitos. La alergia desaparece en los niños alrededor de los cinco años.

Maní

Las alergias más graves suelen producirse por el maní. Aun en cantidades pequeñas puede llevar a la anafilaxia.

La alergia por el maní se manifiesta a través de reacciones en la piel, hormigueo en la boca y en la garganta, rinitis, problemas digestivos y falta de aliento. Los niños pueden superar la alergia, pero puede reaparecer en el futuro.

Frutos secos

Dentro de esta categoría están nueces, castañas, avellanas, pistachos y semillas de girasol. La reacción se produce, tanto en niños como en adultos, a las proteínas de los frutos. Una vez que aparece, es difícil que no perdure con los años. Como se trata de las mismas proteínas que hay en el maní, es factible que quienes sean alérgicos al maní desarrollen una reacción a los frutos secos.

Los síntomas son parecidos a los de los otros alimentos, y van desde leves hasta severos.

Soja

La alergia a la soja se da en los primeros años de vida. Muchos niños la superan, pero hay casos en la que continúa presente en la vida adulta. Se da a través de urticaria, picazón alrededor de la boca, piel roja, dolor abdominal e hinchazón.

Aquellos que reaccionan a la soja deben tener cuidado al momento de ingerir alimentos procesados, donde hay presencia de soja.

Pescado

El pescado representa la tercera causa de alergia más común en los niños, solamente detrás de la leche y el huevo. Puede desaparecer con los años, pero es más frecuente que persista. Aquellos alérgicos al pescado, sobre todo al atún o al salmón, no necesariamente lo son a los mariscos. Hay personas que pueden ser alérgicas a un tipo de pescado y a otro no.

Los síntomas suelen ser leves, con diarreas y vómitos, aunque pueden llevar a la anafilaxia y causar la muerte.

Mariscos

En el caso de moluscos y crustáceos, puede darse que una persona sea alérgica a todos los mariscos o solamente a algunos de ellos. Los síntomas van de leves a graves. Incluso una intoxicación por ingesta de mariscos se puede confundir con una alergia.

Se da sobre todo en la temporada cálida, cuando hay algas en el mar, porque al cocinar los mariscos no se logra destruir el veneno que absorbieron de las algas. La alergia se mantiene de por vida en la mayoría de los casos.

Gluten

La reacción al gluten (la proteína que se encuentra en el trigo, la avena, el centeno y la cebada) es del orden inmunológico: la celiaquía. Si un celíaco ingiere un alimento con gluten, se da una respuesta inmunológica en el intestino delgado.

Los síntomas varían según se trate de niños o adultos: hinchazón abdominal, náuseas y vómitos, gases, constipación y diarrea. La mejor manera de evitar la reacción al gluten es eliminar de la dieta productos con esa proteína.

Fuente: BBC Mundo