Deuda Peligrosa.

Publicado: 09 ene 2018
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Sin inversiones genuinas ni exportaciones abundantes, la Argentina hoy está cubriendo sus necesidades de divisas por vía del endeudamiento y la emisión de deuda pública.

El  ministro de Finanzas Luis Caputo anunció la semana pasada la emisión de tres nuevos títulos a 5, 10 y 30 años por 9000 millones de dólares, casi un tercio del endeudamiento total previsto para 2018 que apenas cubre el costo de los intereses de deuda que se deberán pagar durante el año.

 

El Informe de la Deuda Externa, realizado por el Observatorio de Deuda Externa dirigido por el economista Arnaldo Bocco y dependiente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), señala durante 2018 se deberán cancelarse 9019 millones de dólares de intereses de deuda, 7.555 millones en concepto de capital y 15.718 millones de dólares por vencimientos de Letras del Tesoro en dólares, siendo el 61,7 por ciento de este total derivado de vencimientos por la “nueva deuda” emitida desde la asunción de Mauricio Macri.

 

El informe también destaca que la deuda contraída por nuestro país en los últimos dos años ya representa el 40 por ciento del total de vencimientos de deuda pública hasta 2047.

 

El Observatorio señala: “Si se considera la gestión de Cambiemos en su totalidad, y según cálculos propios sólo aproximadamente el 41,36 por ciento de las nuevas emisiones de títulos públicos del Tesoro en moneda extranjera han sido destinadas al pago de vencimientos de capital e intereses de la ‘deuda heredada’; habiéndose incluso destinado un 5,36 por ciento de dichas emisiones al pago de vencimientos de interés de ‘deuda nueva’ contraída por el propio gobierno de Cambiemos. El restante 53,28 por ciento de las emisiones se ha destinado a cubrir la fuga de capitales y financiar gastos corrientes”.

 

Desde diciembre de 2015 se emitieron 121.588 millones de dólares de deuda (98.185 millones de dólares sólo del Tesoro Nacional), 85.167 millones de este total se emitió en dólares y se encuentra en poder de acreedores externos. Si a esto se suman los 10.862 millones de dólares que entran al país sólo para aprovechar la bicicleta financiera,  el informe de ODE-UMET concluye que 84 de cada 100 dólares de deuda fueron a abastecer la fuga de capitales, financiar la remisión de utilizadas y dividendos de las firmas extranjeras, cubrir la demanda de dólares para turismo y cancelar los vencimientos de deuda.

 

El informe concluye sosteniendo que este modelo económico caracterizado por un déficit fiscal creciente, déficit de cuenta corriente con resultado comercial negativo, fuga de divisas y fuertes vencimientos de capital e interés para los próximos años, “no es sostenible en el largo plazo”.

 

Pero también hay peligros en el corto plazo, particularmente en lo que hace al vencimiento de las Lebac, que llegaron a pagar un 38 por ciento de interés en 2016 y que hoy se encuentran en torno al 29 por ciento.

El informe concluye señalando que “el creciente stock de Lebac que está próximo a vencer pone en riesgo la sostenibilidad del sistema financiero” y que “si no lograse refinanciar en el tiempo su deuda en pesos, esto podría desencadenar una severa corrida cambiaria”.