Día de la Enfermería.

Publicado: 21 nov 2020
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En Argentina tenemos nuestro propio Día de la Enfermería: cada 21 de noviembre.

Sucede así desde 1935, cuando se fundó la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicas de Enfermería, cuya patrona es la Virgen de los Remedios, festividad que se celebra también en este día.

Nuestra Señora de los Remedios es la primera virgen que veneraron los conquistadores españoles, cuando Hernán Cortés la entronizó oficialmente en el año 1521, en el centro ceremonial que los aztecas tenían para la veneración de sus ídolos en el sitio llamado Naucalpan.

La Virgen de los Remedios, asociada a la Conquista, sería por esencia la Virgen española y la patrona de los indígenas, que al abrazar la alianza hispana la toman por especial protectora.

En Buenos Aires durante la peste de 1727, fue proclamada «Patrona Menor de la Ciudad» para conjurar la fiebre tifus, que provocaba numerosas muertes.

Haciendo historia, en los orígenes de la enseñanza, las enfermeras eran de carácter benéfico y empírico, de las necesidades propias que requerían de su presencia, guerras, plaga, y catástrofes. Luego con el devenir del tiempo, esta disciplina profesional comenzó a impartirse por universidades para cumplir sus funciones en los diferentes centros y hospitales, tanto nacionales, provinciales, fuerzas armadas, clínicas, servicios públicos o privados.

Si bien el 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermera/o, en conmemoración del natalicio de Florence Nightingale, el 21 de noviembre se constituye como parte de la Historia de la Enfermería Argentina y se celebra el Día de la Enfermería Argentina o como algunas instituciones prefieren denominarla El Día de la Enfermera Argentina.

 

La famosa foto de la enfermera pidiendo silencio con el dedo en su boca tiene nombre y apellido: se llama Muriel Mercedes Wabney. Era argentina y modelo. En 1947 firmó un contrato de exclusividad para presentar las colecciones de Harrod’s, la versión calle Florida de la célebre cadena inglesa. Orgullosa todavía en Londres.

Según la única historia rastreable del cuadro «shhhhh», revelada por la ya desaparecida revista Paralelo 38 en los 70, la idea fue de un tal Juan Craichik, jefe de visitadores médicos de la empresa «Taranto», fábrica de instrumental y laboratorio.

Desde mucho antes de que iniciara está Pandemia, las enfermeras y enfermeros porteñxs se encuentran en pie de lucha por la histórica falta de reconocimiento a la profesión.
Las políticas de salud del GCBA continuaron precarizando al equipo de salud en general y a la Enfermería en particular.

La normativa 6.305, aprobada en 2018, incluye a las distintas especialidades que trabajan en el sistema hospitalario y sanitario de la Ciudad, pero excluye a enfermeros, técnicos en instrumentación y especialistas en bioimágenes, quienes son categorizados como “trabajadores de la administración pública”.

Los profesionales de enfermería sostienen que esa condición los perjudica: sus salarios son 50% más bajos comparados con los de otros trabajadores de la salud y no se reconocen derechos laborales, como las licencias por estrés profesional.