Día Nacional del Derecho a la Identidad.

Publicado: 22 oct 2018
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El terror desencadenado por la Junta Militar durante el terrorismo de Estado (1976-1983) que asoló nuestro país tuvo un ingrediente nunca visto en la historial mundial de los regimenes totalitarios: el secuestro y la desaparición de niños.

El número de secuestros de niños y de jóvenes embarazadas, el funcionamiento de maternidades clandestinas, la existencia de listas de familias de militares en “espera” de un nacimiento y las declaraciones de los mismos militares demuestran la existencia de este plan sistemático de apropiación de niños.

Los niños secuestrados fueron apropiados por personal militar o abandonados en hospitales u orfanatos como seres sin nombre ni historia personal.

Se les robó la identidad y se condenó a familias enteras a una búsqueda desesperada que en muchos casos continúa hasta el día de hoy.

Se calcula que alrededor quinientos infantes fueron secuestrados con sus padres o nacieron en los centros clandestinos de detención donde fueron llevadas las jóvenes embarazadas.

El robo de niños perseguía un efecto multiplicador del terror en la población, un “castigo ejemplificador” para las  “familias subversivas” y el secreto del crimen.

También se buscaba evitar el “contagio familiar” al separar a los secuestrados de sus familias consanguíneas y entregarlos a “familias puras”; gente partidaria de la dictadura, en las antípodas ideológicas de los padres de los menores secuestrados.

La negación de la identidad es la negación de la historia. Una historia muy particular: una historia política, porque es la negación de la ideología de los padres, y también de una actitud de los padres hacia los hijos; se les dice que fueron abandonados cuando en realidad no es así. En determinados casos, la contradicción se agudiza al máximo nivel de perversión: la persona que se apropió a los chicos es la misma que mató a sus padres, o sabe quién lo hizo, o colaboró de alguna manera con el crimen.

Si bien la constitución de  Abuelas no tuvo un momento preciso ni un acto formal, se toma como fecha de su creación el 22 de octubre de 1977.

Aquel día doce mujeres madres que asistían a Plaza de Mayo para reclamar por sus hijos se reunieron para buscar a sus nietos.

Se bautizaron “Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos”, más tarde “Abuelas de Plaza de Mayo”. Aisladas y en peligro iniciaban una lucha que continua en la actualidad, con más de un centenar de jóvenes rescatados de la mentira de vivir con una identidad falsa.

Año tras año las Abuelas de Plaza de Mayo organizaron campañas para difundir la temática y acompañar a los jóvenes con dudas sobre su identidad, con el objetivo de que puedan encontrar su verdadero origen pero también con el propósito de reconstruir la memoria colectiva. En estos años de dramática búsqueda desde aquel 22 de octubre de 1977 las Abuelas han logrado restituir en su verdadera identidad a128 niños /jóvenes de una lista tentativa de 500 casos de apropiaciones, exigiendo castigo a todos los responsables para que nunca más se repita tan terrible violación de un derecho tan elemental como el de la Identidad.

El día fue instituido a partir de 2004 en homenaje a las Abuelas de Plaza de mayo y su lucha por recuperar a los nietos apropiados durante la última dictadura cívico-militar.