Dos Casos que Señalan la Falta de Cuidado por sus Trabajadores en la CABA.

Publicado: 24 jun 2020
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El enfermero José Aguirrequien se encontraba internado en el Sanatorio Anchorena por haberse contagiado de SARS-CoV-2, y que falleció el domingo era uno de los trabajadores del Hospital Rivadavia que se encontraba en grave estado.
Otro enfermero muerto convocó a los trabajadores del Hospital Durand (su lugar) que fueron acompañados por personal sanitario de otros hospitales y representantes sindicales; realizaron al mediodía un abrazo simbólico y una vuelta al hospital, ubicado a metros del Parque Centenario, en Díaz Vélez 5044, en el barrio de Caballito. Con la muerte de Julio Gutiérrez a la vista, los reclamos, que se repiten en otros centros sanitarios porteños, se centraron en la escasez de Elementos de Protección Personal (EPP), la demora de la dirección de la institución para dar licencia a los trabajadores incluidos en los grupos de riesgo que define la autoridad sanitaria, y el incumplimiento del protocolo de aislamiento a quienes son testeados y dan positivo por covid-19.
Julio era enfermero del área de pediatría del hospital, y estaba preocupado porque era asmático. Le dieron la licencia después de muchos reclamos. Pero se fue a su casa con el virus y a las dos semanas enfermó y falleció. Murió internado en la terapia intensiva del hospital de Vicente López, porque lo mantuvieron trabajando sin licenciarlo a tiempo
Son más de 100 los trabajadores de la salud que dieron positivo de coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires;  hay 129 enfermeros con licencias comunes y faltan recursos humanos.
El reclamo por las licencias para el personal de salud que tiene enfermedades preexistentes, o está dentro de la edad considerada de riesgo, es una constante que se repitió durante los últimos meses en otros hospitales, pese a que el decreto 260/2020 y la resolución 207/2020 del Ministerio de Trabajo establecen la licencia de trabajadores incluidos en los grupos de riesgo ante la pandemia.
En cuanto a los elementos de bioseguridad, los trabajadores del hospital señalaron que «son de mala calidad», que los «camisolines no son hidrorepelentes», que las «escafandras en mucho casos son donadas», y que los barbijos «duran poco y son escasos».
«Queremos que los insumos pasen por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), porque muchos no tienen ningún sello y no sabemos de dónde vienen ni que grado de protección pueden dar», señalaron.
«En Europa, entre el 20 y el 22 por ciento del personal de salud se contagió, aunque ahora bajo al 4 por ciento. Nosotros estamos en aproximadamente el 10 por ciento, por eso no podemos permitir la baja calidad de los elementos de protección personal», agregaron.
Otro tema que recuerdan es que «la empresa de limpieza del hospital no cumple con el protocolo. Andan sin protección, y si un compañero es contagiado, no aislan a nadie. Y es un sector que anda por todos los servicios, con el riesgo que eso implica».
Los reclamos apoyan el relevamiento que hizo la Asamblea de Trabajadores Residentes y Concurrentes de CABA en los 35 centros de atención de salud porteños, que indica que en el 83 por ciento de los efectores, en los que se atienden pacientes con coronavirus, no hay insumos de bioseguridad, en el 51 por ciento de los hospitales y centros de salud no se aplican protocolos para el aislamiento del personal.