El Angel de la Bicicleta.

Publicado: 19 dic 2019
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Se cumplen hoy 18 años de la muerte de Pocho Lepratti, un símbolo de lo que fue la violencia de aquel diciembre de 2001 que marcó gran parte de la historia reciente argentina y se ha convertido en el símbolo de lo peor que puede pasarle a un país en crisis.

El joven asesinado por las balas de la Policía de la ciudad de Rosario, tiene su familia en la ciudad de Concepción del Uruguay, donde hay un monumento en su nombre y una Agrupación de Educación Popular que funciona a través de un grupo de voluntarios que buscan continuar el camino solidario que marcó Claudio Hugo Lepratti con su obra y con su muerte.

La muerte de Pocho recorrió el país; su nombre se transformó en bibliotecas, centros de salud, agrupaciones sociales, escuelas y comedores comunitarios, todos los espacios donde el uruguayense desarrolló su labor social a lo largo de toda su militancia en favor de los más necesitados.

Nacido en La Histórica, Concepción del Uruguay, Lepratti estudió en el Instituto Salesiano de la localidad de Funes, cerca de Rosario, como «hermano coadjunto». Más tarde colaboró en distintas organizaciones sociales para ayudar a los adolescentes humildes del barrio mientras participaba y promovía la formación de niños y jóvenes de barriadas en una agrupación llamada «La Vagancia».

Además, creó y redactó una publicación llamada «El Ángel de la Lata» mientras colaboraba con diversas comunidades eclesiales como el grupo «Desde el Pie».

Cooperaba con la Asociación Trabajadores del Estado de Rosario (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

En el medio de la crisis de diciembre de 2001, varios policías comenzaron a disparar en el fondo de la escuela donde Pocho ayudaba en el comedor del establecimiento. La imagen quedó grabada en la memoria de todos a través de una canción de León Gieco, donde se cuenta cómo subió al techo para defender a los chicos que en su interior se encontraban comiendo y gritó: ¡Hijos de puta, bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo!

Una bala disparada por el policía Esteban Velásquez le atravesó la tráquea y lo mató de forma instantánea. Velázquez fue condenado a 14 años de prisión, no cumplió totalmente su condena y finalmente quedó libre.

Uno de los últimos datos sobre Velázquez afirmaba que tenía un puesto de hamburguesas en Arroyo Seco, en las afueras de Rosario,es militante del PRO en esa misma localidad y trabajó en la última campaña electoral de Mauricio Macri y fue fiscal del PRO en las elecciones pasadas.