Estrés de Fin de Año.

Publicado: 23 dic 2016
Comentarios: 0

Cuando para muchos es un tiempo de festejos y alegría, para reunirse con seres queridos y disfrutar existen otras personas que se sienten más estresadas, con ansiedad, tristeza o, incluso, depresión.

Según un estudio realizado en Madrid, España, el 44% de la población afirma que la Navidad es un momento del año que le produce un aumento generalizado del estrés. Entre las actividades que en esta época generan ansiedad encontramos: realizar las compras (76%), asistir a compromisos sociales (67%), tener excesos en los gastos (65%) y el cansancio general y la saturación de fin de año (60%).

 

Por qué nos estresamos o deprimimos:

 

Los recuerdos de Navidades pasadas con parejas, amigos o seres queridos, que tienden a idealizarse.

La soledad y el aislamiento. No contar con un grupo de seres queridos o amistades cercanas con quienes celebrar puede causar depresión.

El fallecimiento de algún ser querido es una de las principales causas que nos lleva a transitar el fin de año con nostalgia o tristeza.

La distancia geográfica. Vivir lejos de los seres queridos provoca tristeza, melancolía o depresión.

La falta de dinero, la pérdida del trabajo y los problemas de salud también figuran entre las causas de depresión en estas fechas.

 

Para cambiar esa situación:

 

Ser concientes  que no hay que generar grandes expectativas alrededor de las Fiestas, ya que la vida no se termina el 31 de diciembre.

Una buena opción es hacer lo que nos gusta y lo mejor posible, con objetivos reales.

Tener un ánimo conciliador y más relajado, aceptar las diferencias y los posibles imponderables que puedan surgir, tomarlos con calma y buscar una solución práctica.

Poder elegir con quiénes estar y privilegiar nuestros afectos más sinceros. Si no se tiene a ningún familiar cerca, siempre hay algún vecino, algún lugar público o comunidad donde se puede pasar las fiestas en compañía.

Compartir y celebrar con otros nos restituye a los propios espacios de disfrute almacenados en nuestro cerebro. Hay que enfocar nuestra energía positiva en cosas simples.