Huelga y Toma del Frigorífico Lisandro de la Torre.

Publicado: 17 ene 2021
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El frigorífico Lisandro de La Torre faenaba en 1959 un millón y medio de kilos de carne por día, además de producir cortes provenientes del ganado ovino, caprino y porcino. Gracias a sus dimensiones y la gran cantidad de carne que procesaba, el frigorífico le permitía al Estado fijar precios internos y recuperar divisas provenientes de las cuotas de exportación.

Pero en 1959, y como parte de una política de ajustes y recortes acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente Arturo Frondizi impulsó su privatización a través de una licitación que fue adjudicada a la CAP (Corporación Argentina de Productores de Carne), una entidad ligada a empresas multinacionales.

El dirigente del Sindicato de la Carne, Sebastián Borro, se puso al frente de una gran acción de protesta que movilizó a los trabajadores del Lisandro de la Torre, quienes en una multitudinaria asamblea decidieron la toma del establecimiento y se declararon en huelga.

El 16 de Enero de 1959 se inicia la legendaria Toma del Frigorífico Nacional Lisandro De La Torre, que fue uno de los más importantes movimientos de oposición gremial a los intentos del desarrollismo de someter al movimiento obrero y un momento culminante de la lucha de la Resistencia Peronista contra el neoliberalismo.

En la madrugada del 17, el Gobierno ordenó recuperar las instalaciones con 1.500 efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería y el Ejército, que ingresaron fuertemente armados y con el apoyo de tanques. Los principales dirigentes de la toma son detenidos y 5.000 trabajadores de la industria de la carne fueron cesanteados tras la privatización.

La ocupación del frigorífico y su posterior desalojo por fuerzas militares y policiales desencadenaron el estallido insurreccional del barrio de Mataderos y el principio de una huelga general nacional que puso en jaque la fragilidad institucional del gobierno de Arturo Frondizi.

La huelga del Frigorífico y la posterior huelga general y movilización contra su privatización, colaboró para que las luchas sindicales trascendieran el plano meramente reivindicativo y adoptaron un claro objetivo político antiimperialista.