15 Años de «Las Bandas Eternas»
Hace 15 años, el 4 de diciembre de 2009, Luis Alberto Spinetta escribió uno de los capítulos más emocionantes y memorables de la música argentina.
Spinetta y Las Bandas Eternas, aquel majestuoso show en el estadio de Vélez Sarsfield, reunió a una constelación de músicos y ofreció un repaso por la vasta obra de un artista incomparable. Este aniversario es la oportunidad perfecta para recordar los detalles, las emociones y las historias que rodearon esa noche mágica.
Luis Alberto Spinetta, uno de los pilares fundamentales del rock argentino, anunció en 2009 un espectáculo único e irrepetible: un concierto que recorrería toda su carrera y reuniría a los músicos que habían sido parte de sus diferentes proyectos. Desde Almendra, Pescado Rabioso, Invisible y Spinetta Jade, hasta su etapa solista, aquella noche prometía ser un viaje por más de cuatro décadas de música.
El espectáculo fue una celebración de la música como pocas veces se ha visto en Argentina. Más de 40.000 personas se congregaron en Vélez para disfrutar de un evento que trascendió el concepto de un simple recital. Era la despedida de una era y la reafirmación del legado de un artista que siempre se mantuvo fiel a su arte.
Spinetta dedicó meses a preparar este concierto monumental. Fue él mismo quien seleccionó el repertorio, contactó a los músicos e incluso supervisó cada detalle técnico y artístico. En total, participaron más de 30 músicos (mas de 5 horas) entre ellos figuras icónicas como Charly García, Fito Páez, Ricardo Mollo y Gustavo Cerati, quienes se sumaron como invitados especiales.
Los ensayos fueron intensos y emotivos. Muchas de las bandas originales se reunieron exclusivamente para este show. Almendra, que había marcado el inicio del rock nacional en los años 60, se reunió para interpretar clásicos como «Muchacha ojos de papel» y «Ana no duerme», mientras que Pescado Rabioso revivió temas como «Post-crucifixión» y «Bajan». Invisible, Spinetta Jade y Los Socios del Desierto también tuvieron su momento estelar.
El 4 de diciembre de 2009, Vélez se convirtió en el epicentro de la música. La escenografía, sencilla pero impactante, servía como telón de fondo para una noche donde la música era la verdadera protagonista. Spinetta abrió el concierto con «Mi elemento», y desde allí, cada canción se convirtió en un puente hacia el pasado.
Momentos inolvidables
- La reunión de Almendra: Ver a Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García junto a Spinetta fue uno de los momentos más conmovedores. Canciones como «Plegaria para un niño dormido» resonaron con una fuerza única.
- Pescado Rabioso: Ricardo Mollo se sumó para interpretar temas emblemáticos como «Despiértate nena» y «Blues de Cris», reviviendo la potencia cruda de esta etapa.
- Invisible: Junto a Machi Rufino y Pomo, Spinetta transportó al público a los años 70 con canciones como «Durazno sangrando» y «Los libros de la buena memoria».
- La colaboración con Gustavo Cerati: Uno de los momentos más emotivos fue la interpretación conjunta de «Té para tres», un homenaje de Spinetta a la obra de Cerati y Soda Stereo.
- El cierre con «No te alejes tanto de mi»: La última canción de la noche fue una de las más emotivas, un himno que resumía el espíritu de Spinetta y su conexión eterna con el público.
En 2010, se lanzó el álbum «Spinetta y Las Bandas Eternas», un registro en vivo del concierto que incluye más de tres horas de música. Este álbum, que recibió múltiples premios y fue aclamado por la crítica, se convirtió en una obra fundamental para entender la magnitud del legado de Spinetta.
El disco no solo captura la magia de esa noche, sino que también funciona como una puerta de entrada a la vasta obra del Flaco, invitando a nuevas generaciones a descubrir su música.
Fuente: Luis Tomasoli.