16 de Marzo de 1812, Abre la Biblioteca.
La bilbioteca fue creada por decreto de la Junta de Gobierno de la Revolución de Mayo el 7 de septiembre de 1810, y luego de varias idas y vueltas respecto de los protectores y bibliotecarios, finalmente abre sus puertas al público el 16 de marzo de 1812, con Mariano Moreno como Protector.
La primera sede estuvo en la Manzana de las Luces, en la intersección de las actuales calles Moreno y Perú.
Para 1823, la Biblioteca albergaba más de 17.000 volúmenes. El 17 de abril de 1879 asumió la dirección Manuel Ricardo Trelles, quien concretó diversas mejoras en el orden bibliográfico y permaneció en el cargo hasta 1884.
El 5 de octubre de 1884 fue designado José Antonio Wilde como primer Director Nacional, quien falleció poco después de asumir al cargo. Desde ese momento es conocida oficialmente como Biblioteca Nacional.
El 19 de enero de 1885 asume el cargo Paul Groussac, quien duraría en el mismo hasta 1929. Durante su gestión el patrimonio bibliográfico fue aumentado en gran cantidad (en 1893 la Biblioteca contaba con 62.707 volúmenes), y fue construida una nueva sede en la porteña calle México 564, tal «antigua» sede interiormente tiene áreas de gran valor arquitectónico como la que fuera sala principal de lecturas públicas cubierta de una amplia cúpula y con boiseries y esculturas que representan a celebridades del positivismo de esa época; actualmente tal edificio con algunas modificaciones ha sido reciclado y transformado en el argentino Centro Nacional de la Música .
La gestión más larga al frente de la Biblioteca fue la del escritor argentino Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, entre 1931 y 1955. De tendencias nacionalsocialistas, el escritor tuvo una buena relación con Juan Domingo Perón y gozó en su momento de una enorme popularidad, siendo el escritor argentino más editado en la historia de la nación.
Entre 1955 y 1973, el escritor Jorge Luis Borges ocupó el cargo de Director de la Biblioteca Nacional. Durante su gestión se promovió la construcción de una nueva sede (la actual), que era necesaria debido al amplio patrimonio con el que contaba la Biblioteca.
En 1958, el Presidente Arturo Frondizi firmó el decreto 5512/58, adjudicando los fondos presupuestarios para la obra y creando una Comisión Honoraria presidida por Borges, que debería redactar el programa de necesidades para el futuro edificio