27 de Mayo, Nacimiento de Jorge Newbery
Jorge Newbery (1875-1914) fue aviador, deportista, funcionario público, ingeniero y hombre de ciencia argentino, destacándose en todas esas actividades. Pero sobre todo es recordado por ser el creador y fundador de la Aeronáutica Militar Argentina.
Fue hijo del odontólogo estadounidense Ralph Newbery y de la argentina Dolores Malargie, nació en el domicilio familiar situado en la calle Florida de Buenos Aires. A la edad de ocho años visitó solo los Estados Unidos. Más tarde, de nuevo en Argentina, realizó sus estudios en la escuela escocesa San Andrés de Olivos, obteniendo el título secundario de bachiller en 1890.
Viajó a Estados Unidos para realizar sus estudios de ingeniería en la Universidad de Cornell. En 1893 continuó en el Drexel Institute de Filadelfia, donde fue alumno de Thomas Alva Edison y en 1895 obtuvo el título de ingeniero electricista. Al regresar a su país empezó a trabajar como jefe de la Compañía Luz y Tracción del Río de la Plata.
En 1897 ingresa en la Armada Argentina -en tiempos del conflicto de límites con Chile- como ingeniero electricista. Además, desempeñó funciones de profesor de natación en la Escuela Naval y en 1899 la Armada lo envió a Londres para la adquisición de material eléctrico.
Su carrera en la Armada duró hasta que en 1900 fue nombrado Director General de Instalaciones Eléctricas, Mecánicas y Alumbrado de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, función pública que desempeñaría hasta su muerte.
En 1904 ocupó la cátedra de Electrotecnia en la Escuela Industrial de la Nación (posteriormente Escuela Técnica Otto Krause), que había sido creada y dirigida por el ingeniero Otto Krause en 1893. Ese mismo año volvió a viajar a los Estados Unidos para asistir al primer Congreso Internacional de Electricidad, realizado en la ciudad de Saint Louis, donde fue vicepresidente de la sección “Transmisión de Fuerza y Luz” y en el que presentó un trabajo de ochenta páginas titulado Consideraciones generales sobre la municipalización de los servicios de alumbrado, que sería incluido en los Anales de la Sociedad Científica Argentina
En 1906 el Ing. Newbery participó nuevamente de éste congreso, esta vez en la ciudad británica de Londres, donde se constituye la International Electrotechnical Commission con sede en dicha ciudad.
En 1913 el Ing. Newbery participó de la IEC en Berlín, Alemania, y a su regreso fue nombrado Presidente de la Comisión Electrotécnica Honoraria de Argentina. El 18 de octubre de ese mismo año, junto a un grupo de veinticinco especialistas, co-fundó el Comité Electrotécnico Argentino, representante nacional de la IEC. Ese mismo día y ese mismo grupo, fundó la Asociación Electrotécnica Argentina [AEA].
Junto al paraguayo Silvio Pettirossi, al peruano Jorge Chávez y al mexicano Alberto Braniff; Newbery fue uno de los primeros aviadores iberoamericanos.
Jorge Newbery inició su pasión por dominar el aire cuando conoció al aeronauta brasileño Alberto Santos Dumont (1873-1932). El 25 de diciembre de 1907 Jorge Newbery y Aarón Anchorena cruzaron el Río de la Plata en el globo El Pampero para aterrizar en Conchillas, Uruguay. Aunque en Argentina ya existían algunos pocos antecedentes de ascensiones en globo, el cruce del Río de la Plata se convirtió en un acontecimiento popular.
El Pampero salía de la Sociedad Sportiva Argentina, ubicada en Palermo donde hoy se encuentra el Campo Argentino de Polo.
Pocos días después, el 13 de enero de 1908, fue creado el Aero Club Argentino, presidido por Aarón Anchorena, con Jorge Newbery como vicepresidente segundo, y presidente desde 1909 hasta su muerte en 1914. El ACA estaba ubicado en la quinta Villa Ombués, en el barrio de San Benito, próximo a las Barrancas de Belgrano de la ciudad de Buenos Aires. El 17 de octubre su hermano Eduardo Newbery, en compañía del Sgto°1 Romero, se perdieron con El Pampero y sus cuerpos nunca fueron encontrados. El 9 de abril de 1909 escribió el primer artículo periodístico sobre aviación en Argentina, titulado «Aeronáutica» y publicado en el diario El Nacional.
A pesar de la tragedia y de una opinión pública que comenzó a considerar el vuelo en globo como excesivamente peligroso, Newbery preparó un nuevo globo, El Patriota, y revitalizó la aerostación con la colaboración del diputado socialista Alfredo Palacios.
Poco después se sumaría otro globo, el Huracán. Con este último, el 28 de diciembre de 1909 Newbery batió el récord sudamericano de duración y distancia al recorrer 550 kilómetros en 13 horas, uniendo Argentina, Uruguay y Brasil, y colocándose en el cuarto lugar mundial de tiempo de suspensión y en sexto lugar en recorrido.
Este globo “el Huracán” le dio el nombre a uno de los clubes más populares de fútbol de Buenos Aires, y hoy uno de los más populares en la Argentina, el Club Atlético Huracán, fundado el 1.º de noviembre de 1908, y apodado “el globo”. El 5 de noviembre de 1912 batió el récord sudamericano de altura al alcanzar los 5.100 metros en el globo Buenos Aires.
Newbery totalizaría 40 ascensiones en globo en tres años. Por ese tiempo actuaban también otros aeronautas argentinos como Eduardo Bradley, el teniente Angel María Zuloaga, Aníbal Brihuega, Pedro L. Zanni.
Poco después, en homenaje a su hermano, mandó construir otro globo, el Eduardo Newbery, de 2.200 metros cúbicos, el más grande que se haya elevado en Argentina. En 1916, Bradley y Zuloaga cruzaron por primera vez la Cordillera de los Andes en este globo.
En 1910 Newbery obtuvo su licencia de piloto (brevet), pero continuó realizando ascensiones en globo hasta 1912. A partir de ese año se dedicó exclusivamente a la aviación. Como directo resultado del ofrecimiento de Newbery y el Aero Club Argentino de poner su parque gratuitamente a disposición del Ministerio de Guerra, el día 10 de agosto de 1912 el Presidente Roque Sáenz Peña creó la Escuela Militar de Aviación, la primera fuerza aérea militar de América Latina. El civil Jorge Newbery y los tenientes coroneles Enrique Mosconi, luego director de YPF, y M. J. López fueron los primeros directores de la Escuela Militar de Aviación, instalada en el Palomar de Caseros.
Ante la falta de fondos públicos para comprar aviones el Aero Club Argentino organizó una colecta popular con la que se adquirió la primera flotilla. El 25 de mayo de 1913 esa flotilla desfiló por primera vez: 4 monoplanos piloteados por dos civiles, Newbery y Macías, y dos militares, Goubat y Agneta. Unos meses después el Ejército nombró a los dos primeros como pilotos militares con derecho al emblema. En el duelo entre monoplanos o biplanos Newbery era partidario de los primeros.
El 24 de noviembre de 1912 Newbery cruzó el Río de la Plata en el monoplano Centenario, un Bleirot Gnome de 50 HP. Fue el primero en cruzar el río y volver en el mismo día. Influenciado por Newbery, el joven Teodoro Fels, que se encontraba cumpliendo el servicio militar, tomó uno de los aviones de la Escuela Militar de Aviación sin permiso y llegó a Montevideo batiendo el record mundial de vuelo sobre agua. A su regreso, el Presidente Roque Sáenz Peña le impuso arresto por su desobediencia y a la vez lo ascendió a cabo por la hazaña.
El 10 de febrero de 1914 Newbery, en un monoplano Morane-Saulnier, superó el récord mundial de altura alcanzando 6.225 metros. La marca no fue homologada por la comisión internacional porque la reglamentación establecía entonces que era necesario superar el récord anterior por un mínimo de 150 metros, y Newbery solo la superó por 65 metros.
El 1 de marzo de 1914, mientras se encontraba haciendo una demostración previa a cruzar la Cordillera de los Andes en el próximo mes, murió al caer su avión en el campo de aviación Los Tamarindos, como se conocía entonces a la actual zona de El Plumerillo en el distrito de Las Heras, Mendoza, al precipitarse a tierra en un avión Morane-Saulnier que él mismo manejaba. Tenía 38 años.
Los revisionistas se inclinan por esta explicación a su muerte: Jorge Newbery había llegado a Mendoza para estudiar el primer cruce a la Cordillera en avión, el que había dejado en Buenos Aires. Ante un pedido de una dama, después de almorzar, de verlo volar, pidió el avión a su amigo Teodoro Fels, quien se lo ofreció, no sin antes indicarle un serio problema que tenía el ala del monoplano. Jorge Newbery subió a él invitando a Jiménez Lastra a que lo acompañara y comenzó a hacer cabriolas y demostraciones, y a las 18,40, en una riesgosa maniobra, el monoplano cayó violentamente. Y allí encontró la muerte, en la Estancia “Los Tamarindos” de Mendoza, el 1 de marzo de 1914. La noticia llegó esa noche de corso dominguero a Buenos Aires, provocando la angustia colectiva ante la muerte de un pionero.
Finalmente cabe destacar que puede considerarse que el barrio porteño de Villa Lugano fue la cuna de la aviación argentina, slogan que lleva hoy la localidad bonaerense de El Palomar por el asiento de la I Brigada Aérea que fuera en su oportunidad la Escuela Militar de Aviación.
Jorge Newbery fue Director del Servicio de Alumbrado de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires hasta el día de su muerte. Como funcionario público Newbery era partidario de la municipalización del servicio de alumbrado, en contra de lo que se realizaba por entonces que consistía en la concesión del servicio a empresas privadas.
En 1903/1904 se produjo en Buenos Aires un amplio debate sobre la conveniencia del sistema público o del sistema de concesión privada. Newbery participó activamente en dicho debate y llegó a escribir un extenso informe titulado “Consideraciones generales sobre la municipalización del servicio de alumbrado”, que fue publicado en los Anales de la Sociedad Científica Argentina, en los números de abril, mayo y junio de 1904.
Newbery fue también un hombre de ciencia que escribía habitualmente en los Anales de la Sociedad Científica Argentina. En 1906, publicó una serie de artículos sobre la naciente industria del grafito artificial. En 1908 publicó un estudio sobre la fabricación de «La lamparita eléctrica incandescente» llamada zirconium y otros filamentos metálicos basándose en sus propias pruebas en laboratorio, con el fin de implementar las mismas en el país.
En 1910, en colaboración con el químico Justino Thierry, escribió un libro científico-industrial titulado «El Petróleo». En el libro los autores sostienen la necesidad de reservar para el Estado las zonas petrolíferas.
Newbery ha sido considerado el primer ídolo popular no político que generó Argentina. Hasta entonces solo habían existido ídolos políticos. La multitud se juntaba para ver sus hazañas aéreas y en los medios de comunicación solía definírselo como “un deportista”. En su cultivo del deporte, Jorge Newbery anticipaba un estilo de vida aún embrionario, que prestaba atención al desarrollo del cuerpo y sus potencialidades, ejercitando el autodominio y el entrenamiento.
Una característica personal de Newbery era la ausencia del miedo: la gente lo conocía como el «Señor Coraje».
Las “hazañas” de Newbery tenían un enorme impacto popular. Una muestra de ello: al romper el récord sudamericano con el globo Huracán, en 1909, el Club Atlético Huracán le pidió a Newbery si podía utilizar como insignia del club la imagen del globo.
Jorge Newbery ha sido una de las personas más mencionadas y a quienes más tangos se han dedicado. Entre ellos no puede dejar de citarse la referencia que Celedonio Flores hace de él en Corrientes y Esmeralda, cuando lo menciona como “el cajetilla” (argot: joven rico y fino) que “calzó de cross” (golpeó) a los “guapos” (hombres de cuchillo y pelea) que allí “paraban” a principios de siglo XX.
Otros tangos dedicados a Newbery son “Jorge Newbery”, de Aquiles Barbieri, “Prendete del Aeroplano”, de José Escurra, “De Pura Cepa”, de Roberto Firpo, “Newbery”, de Luciano Ríos, “Un recuerdo a Newbery”, de José Arturo Severino, “Tu Sueño”, de Eduardo Arolas, “El Pampero”, de Luis Sanmartino.
También se realizó una película sobre su vida, Más allá del sol (1975), de Hugo Fregonese, protagonizada por Germán Kraus.
La muerte trágica de Newbery colaboró en fijar su condición de ídolo en Argentina, como luego sucederá con Carlos Gardel.
Su entierro en el Cementerio de la Chacarita fue un acontecimiento masivo nunca antes visto para una persona no relacionada con la actividad política.