Día de la Astronomía Argentina.
Cada 24 de octubre se celebra el Día de la Astronomía argentina en recuerdo de la fecha de la inauguración del primer Observatorio en la ciudad de Córdoba, ocurrido en 1871.
La apertura fue una iniciativa del presidente Domingo Faustino Sarmiento y su ministro Nicolás Avellaneda, que luego también fue primer mandatario.
Como primer director del flamante observatorio se convocó al astrónomo estadounidense Benjamin Gould quien llegó a la Argentina junto a su familia y los asistentes contratados, a fines de 1870.
Durante la construcción del primer edificio el director y sus cuatro ayudantes se dedicaron a la determinación de la posición y brillo de todas las estrellas visibles a simple vista. Esta obra a la que se denominó “Uranometría Argentina” vio la luz en 1877.
Fue aclamada por el mundo científico. Instalados los principales instrumentos, en 1872 se inició la determinación precisa de las posiciones de las estrellas hasta la magnitud 10, realizándose más de un millón de observaciones, las que formaron los famosos catálogos de Zona y el Gran Catálogo Argentino.
En forma simultánea con el “Gran Ecuatorial”, telescopio refractor de 28 cm de diámetro, se llevó a cabo el primer trabajo fotográfico sistemático y a gran escala de la historia de la astronomía.
Es importante destacar que el Observatorio Nacional, no solo realiza una larga serie de contribuciones a la ciencia, sino que colabora en un gran número de trabajos que aunque no directamente relacionados a la astronomía, eran de gran interés y necesidad para nuestra naciente nación.
Ejemplo de los mismos son: la creación de la Oficina Meteorológica Nacional, de evidente importancia para un país agrícolo – ganadero, la colaboración para la unificación de los patrones de medidas, las primeras determinaciones precisas de las longitudes geográficas de las más importantes ciudades del país, en base a las cuales se confeccionaron los primeros mapas precisos de la Argentina y las mediciones del cam-po magnético terrestre.
También el Observatorio fue encargado por muchas décadas de fijar y emitir por el telégrafo la hora oficial para todo el territorio.
Cuando en 1885 el Dr. Gould regresa a su patria, se designa a uno de los primeros asistentes, el Dr. John Thome, como segundo director.
El Dr. Thome continúa la línea de trabajos iniciada, tanto en la determinación de posiciones estelares, como en la fotografía astronómica. Las principales obras de esta etapa fueron: la Córdoba Durchmusterung, famoso catálogo al que aún se hace referencia para nominar estrellas; la Carte du Ciel y el Catálogo Astrográfico, proyecto internacional para el registro fotográfico de todo el cielo.
El Dr. Thome encara la renovación instrumental con la compra de un nuevo y más poderoso Círculo Meridiano, que lamentablemente no pudo utilizar pues lo sorprende la muerte en 1908.
Para reemplazar al fallecido director, el Gobierno Nacional designa en ese puesto a mediados de 1909 al Dr. Charles Dillon Perrine, que moderniza la institución orientando sus estudios a la astrofísica.
Hasta su asunción, ocupa interinamente el cargo, el Ing. Eleodoro Sarmiento, primer director argentino. Durante la larga gestión del Dr. Perrine, se terminan los importantes trabajos astrométricos iniciados por su antecesor y se inician los primeros catálogos fundamentales. Se realizan también importantes estudios sobre objetos nebulares australes, los primeros intentos para verificar la teoría de la relatividad y una extensa serie de observaciones del cometa Halley.
Se inicia la escuela de óptica, construyéndose y poniéndose en funcionamiento un gran reflector de 76 cm de diámetro. También se da comienzo a la construcción de un telescopio reflector gigante, de 1,5 metros de abertura, que pone a la institución a la vanguardia en instrumental astronómico.
Lamentablemente la primera Guerra Mundial y los problemas económicos entre muchos otros, impiden que este instrumento, montado en las sierras chicas en la estancia Bosque Alegre, sea terminado antes de la jubilación del Dr. Perrine.
Habrá que esperar a la Dirección del Dr. Enrique Gaviola, el primer astrofísico argentino, para que la Estación Astrofísica de Bosque Alegre sea inaugurada en el año 1942.
Tan importante fue este instrumento que en gran medida la actividad del Observatorio se centró en él, realizándose un gran número de trabajos trascendentes tanto por parte de astrónomos argentinos como extranjeros. Como ejemplo de éstos, baste la mención del Atlas de Galaxias Australes del Dr. Luis Sersic.