Día del Peluquero.
Hoy, 25 de agosto, se celebra el Día Mundial del Peluquero en conmemoración de la fecha de 1270 en la que murió el rey Luis IX de Francia, quien en su reinado declaró “hombre libre” a su peluquero personal, por lo que esa profesión dejó de ser “plebeya”.
En el sigo XIII, en Europa, trabajar en el área de la peluquería no tenía el mismo reconocimiento que los demás profesionales. De hecho, el oficio era de estatus plebeyo y solo se ejercía para la nobleza que, sobre en todo en Francia, utilizaba pelucas y no cabello natural.
Con el accionar del Rey, se le otorgó un nuevo prestigio al oficio que, hasta el momento, solo se ocupaba de cuidar el pelo falso de los más prestigiosos burgueses.
Sin embargo, en Argentina se le agregó una razón por la cual festejar: el peluquero y director de teatro, Domingo Guillén, organizó el festejo en el teatro Coliseo al que fue una gran cantidad de profesionales en 1877.
Dicha organización incentivó a que se creara la Sociedad de Barberos y Peluqueros, más precisamente desde la ciudad bonaerense de Pergamino. En este sentido, el tiempo llevó a que en 1940 se designara de forma oficial al 25 de agosto como el Día del Peluquero durante el Congreso Nacional de Peluqueros, el cual fue convocado por la ex Federación Argentina.