35 Años del Gol con la Pelota Naranja del «Beto» Alonso al «Loco» Gatti.
El equipo «millonario», consagrado campeón unas fechas antes, salió al trote del túnel próximo a la cabecera que ocupaba «La 12» y con ese envión completó casi todo giro al perímetro de la cancha, mientras saludada a las tribunas y una nube de reporteros gráficos retrataba el momento.
El superclásico correspondiente a la fecha 36 del Campeonato 85-86 tuvo una fuerte polémica en la semana previa por dos razones: la decisión del equipo «millonario» de dar la vuelta olímpica y la pelota naranja con la que quiso jugar el «Loco» Hugo Orlando Gatti.
River se había consagrado anticipadamente el 9 de marzo y el plantel había decidido dar la vuelta olímpica en la previa de los cinco partidos que le quedaban en el torneo.
Se generó un clima muy denso y desde distintos sectores se pidió que la vuelta olímpica en la «Bombonera»no fuera realizada para evitar incidentes. Lo que sucedió según historiadores fue el primer festejo de un título de River en el barrio de La Boca.
El otro hecho memorable de aquel superclásico fue la movida publicitaria que generó el propio «Loco» Gatti al pedir que el partido se jugara con una pelota naranja para poder identificarla en el tapiz de papeles blancos que tradicionalmente se arrojaban desde las tribunas a la salida de los equipos.
El arquero de Boca, además, quiso rememorar su gran actuación en Unión Soviética con la selección nacional antes del Mundial ’78 cuando jugó un partido con el balón de ese mismo color en la ciudad de Kiev.
La iniciativa del «Loco» fue parte de las noticias de la semana y la pelota naranja se usó sólo en los primeros 45 minutos e ingresó al arco de Casa Amarilla para marcar el 1-0 con un cabezazo del «Beto» Alonso tras un centro de derecha a izquierda de Roque Alfaro a la media hora de juego.
El color naranja de aquella pelota y la trascendencia que tuvo en la vida del «Beto» Alonso generó que a los 30 años de aquel suceso una de las camisetas oficiales de River fuera de ese color.
En el segundo tiempo del superclásico, ya con el balón Tango de tono blanco, Alonso sentenció el resultado con un tiro libre que se desvió en la barrera y descolocó al arquero de Boca.
En esa sucesión de alegrías, el doblete del «Beto» Alonso, la pelota naranja y la vuelta olímpica en la Bombonera quedaron como momentos imborrables en la historia del club.