45 Años del Asesinato de Moseñor Angelelli.
El 4 de agosto de 1976, monseñor Enrique Angelelli era asesinado a manos de efectivos del Tercer Cuerpo de Ejército, comandado por el genocida Luciano Benjamín Menéndez, que fraguaron su muerte como un accidente automovilístico.
Nacido en 1923 en Córdoba, ingresó con apenas 15 años al seminario y a fines de los años 40 fue enviado a Roma, donde fue ordenado como presbítero en el Pontificio Colegio Pío Latino Americano de Roma, en Italia.
Con un estilo franco, llano y directo, el religioso vinculó desde los comienzos su tarea pastoral con los sectores más humildes también en la provincia de La Rioja.
Su popularidad era tan grande que sus misas dominicales desde la catedral de la capital riojana eran transmitidas por radio para toda la provincia.
Aunque no integraba el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM), Angelelli proponía desde La Rioja un diálogo con estos sectores.
El clima de represión se intensificó en La Rioja tras el golpe del 24 de marzo de 1976, y los sacerdotes que respondían a Angelelli eran blancos del terrorismo de Estado.
El 18 de julio, los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias fueron torturados y asesinados en la localidad de Chamical, donde cumplían sus deberes religiosos.
Dos semanas después, Angelelli decidió viajar a Buenos Aires con el propósito de denunciar estos crímenes y del campesino católico Wenceslao Pedernera, ocurrido quince días antes.
El obispo se trasladaba en una furgoneta que tras ser encerrada por un auto, volcó a la altura del paraje Punta de los Llanos, en la ruta 38.
Con el retorno de la democracia, el juez de La Rioja Aldo Morales reabrió el expediente y dictaminó que la muerte de Angelelli se trató de «un crimen fríamente calculado y esperado por la víctima».
Sin embargo, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y los indultos del presidente Carlos Menem impidieron que las investigaciones continuaran contra el general Luciano Benjamín Menéndez, titular del Tercer Cuerpo de Ejército durante el terrorismo de Estado, y los militares José Carlos González, Luis Manzanelli y Ricardo Román Oscar Otero.
En 2005, la derogación de esas leyes permitió que el crimen se investigara como delito de lesa humanidad, y cinco años más tarde se imputó en el expediente al exdictador Jorge Rafael Videla, a Luciano Benjamín Menéndez y a otros doce militares y policías.
El 4 de julio de 2014, Luis Fernando Estrella y Menéndez fueron condenados a cadena perpetua por el crimen de Angelelli.
Un año antes, con la venia del papa Francisco, se inició el proceso de beatificación de Angelelli, Longueville, Muria y Pedernera, que concluyó el 27 de abril de 2019 con una ceremonia realizada en La Rioja.
Fuente: Télam