7 de Agosto – San Cayetano
Se podrá presenciar la misa principal o seguir la celebración por modalidad virtual.
Cayetano de Thiene o San Cayetano, nació en 1480 en Vicenza, Italia. Fue educado en un hogar cristiano, cursó estudios en la universidad de Padua y se doctoró en derecho y teología.
A finales de 1507 marchó a Roma. En la corte del papa Julio II desempeñó el oficio de escritor de “Letras Apostólicas”, lo que llevaba a la dignidad de protonotario apostólico. Ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la Serenísima República de Venecia.
En 1513 fundó una sociedad de sacerdotes y prelados, llamada el “Oratorio del Amor Divino”.
Fue ordenado sacerdote dos años después, a la edad de 35 años. En 1522 retornó a su ciudad, Vicenza. Más tarde, en 1524, fundó la orden de los Teatinos o Clérigos Regulares, con la finalidad de luchar contra la Reforma Protestante y servir a los más pobres.
Cayetano con su comunidad se consagra a la asistencia de los pobres y de los enfermos, sobre todo en la peste que asoló la ciudad entre el 1527 y 1528, trabaja en la reforma religiosa y se opone a las infiltraciones heréticas.
Tenían como regla no poseer ni pedir nada. Debían vivir únicamente de las limosnas que los fieles les ofrecieran espontáneamente y con el fin de promover el apostolado y la renovación espiritual del clero imitarán la vida de los apóstoles con su austeridad y desprendimiento de los bienes.
Cayetano fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X. La fiesta de San Cayetano es celebrada por la Iglesia católica el 7 de agosto. Es patrón de los gestores administrativos, así como de las personas que buscan trabajo y los desempleados.
En 1875, gracias a la donación de doña María Mercedes Córdova a las Hnas. Hijas del Divino Salvador de muchas leguas de sus campos entre lo que hoy es hoy Ciudadela y Liniers, las religiosas construirán una capilla y un colegio, en pleno campo. Arribó una terrible sequía que hacía peligrar las cosechas y un paisano fue a solicitar al santo ayuda celestial para que pronto llegue la lluvia, dejando ante sus pies un ramo de espigas. A los pocos días llovió copiosamente salvando así la cosecha.