Las familias más afectadas son las pobres, que tienen menos recursos y así se agranda la brecha social.
El déficit se puede deber a que quienes serían los beneficiarios no son sectores de alto poder adquisitivo y, además, una buena infraestructura del Estado podría generarle competencia a los privados.
Del ministerio de Educación porteño desmienten las cifras del defensor; señalan que la Ciudad tiene cubierto el 100% de las vacantes obligatorias en las salas de 4 y 5, y el 84% de la sala de 3, cuya ley de obligatoriedad duerme hace un año en el Congreso de la Nación, que de ser sancionada incluiría otros 180.000 chicos al sistema educativo.