Sendero de Atletismo con Sensores.
En la Plaza Rubén Darío del corazón de Recoleta, avenida Figueroa Alcorta al 2300, Comuna 2, se instalará un sendero de caucho ligado con poliuretano de un ancho aproximado al de un carril de una pista de atletismo equipado con sensores para medir el desempeño atlético de cada corredor, a un costo de 17 millones de pesos.
La excusa es el deterioro del césped por el recurrente paso de corredores, para evitarlo se pensó en este carril de atletismo de 1,22 metros de ancho por 1.280 metros de extensión.
El sendero de running estará equipado con sensores para medir el desempeño atlético de dos clases: los colocados a nivel del piso medirán el tiempo que tarda el usuario en llegar de un punto a otro y proporcionará la distancia total recorrida, y los ubicados a nivel elevado informarán sobre la velocidad y el ritmo de trote.
Los datos quedarán registrados en pulseras que cuentan con un chip que se conecta al «totem» tecnológico (pantalla táctil) permitiendo la lectura de información. Las pulseras serán entregadas gratuitamente por la comuna 2 a los vecinos que deseen usarlas, con 15.000 unidades disponibles.
Comuneros de la Comuna 2 ¿les parece imprescindible ese gasto suntuario cuando en Recoleta están conviviendo con las necesidades del Hospital Rivadavia, el de Niños Ricardo Gutierrez y el de Odontología Ramón Carrillo?
La explicación es que a la vista de los vecinos luce mucho mas este sendero de «running» que cualquier obra en el hospital público.