Una Lágrima en el Fútbol.
Se fue un verdadero «jugador del pueblo»: René Orlando Houseman quien falleció hoy luego de tratar de «gambetear» a un cáncer de lengua que lo tenía a maltraer desde hace un tiempo.
«Queno», «el Loco» o «el Hueso», algunos de sus apodos históricos, tenía 64 años de edad y en los últimas semanas habían iniciado una campaña solidaria para juntar dadores de sangre.
Hasta aquí la crónica fría de sus datos filiatorios.
Pero desde acá queremos rendirle un homenaje desde nuestra historia en común:
«Cuando tenías 19 años te vi por primera vez en una cancha de fútbol; yo contaba con apenas 11 y desde ese momento en la cancha de Defensores de Belgrano supe que ese deporte era distinto cuando vos lo practicabas.»
«Tus piernas flaquitas, se entrelazaban, eran increíbles, parecían tener extremidades sin huesos; un placer que me dió la vida al conocer tus gambetas por la raya de la cancha. Desde tu talento y tus diabluras empezó el regreso de <Defe> a la primera B en ese 1972 glorioso. Te vino a buscar el flaco Menotti para terminar de armar su extraordinario Huracán del 73, la selección en el Mundial de 1974 en Alemania, tu título del Mundo en el Mundial 1978, tus gritos de gol, tus volteretas, tu falta de profesionalismo.»
«Querido René siempre supimos que eras de Excursionistas, pero igual en el <bajo> le abrimos las puertas a tu talento y a tus necesidades, pese a que nos maltrataste en los últimos años, nada tapa las alegrías que me diste y hoy sigo discutiendo con muchos porque para mi estuviste al nivel del <Diego>»
«¡Adiós Crack, pero crack en serio, hoy sólo quiero recordar tus gambetas, el resto de tu vida que lo juzguen otros!»