Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.
En 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituye el 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil. A partir de estas fechas, lo que se pretende es concientizar respecto a la deuda que aún se mantiene en relación a esta problemática, que se constituye en un obstáculo para el ejercicio de los derechos de miles de niños y niñas.
Un niño que trabaja es un niño que no cuenta con las mismas posibilidades que sus pares para ejercer sus derechos. El derecho a la educación, al juego, a la práctica de deportes, al tiempo libre, todos son derechos que deberían ser inherentes a la condición de niños. Sin embargo, no es así para todos.
Las leyes de protección de la infancia sancionadas en nuestro país luego de ratificada la Convención Internacional sobre Derechos de Niño, no han sido capaces de revertir esta situación. Por un lado, la Ley N° 26.390 prohíbe el trabajo infantil y eleva a 16 años la edad mínima de admisión al empleo, mientras que la Ley N° 26.061 aboga por la protección integral de derechos de niños niñas y adolescentes.
El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SafeDay) y el Día Mundial contra el Trabajo Infantil (WDACL) se centrarán en la necesidad de acabar con el trabajo infantil y mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes como parte de la campaña mundial conjunta que se celebrará durante 2018.
Todos los niños tienen derecho a ser libres de toda forma de trabajo infantil y todos los trabajadores tienen derecho a un lugar de trabajo seguro y saludable.
Los 541 millones de trabajadores jóvenes (de 15 a 24 años) representan el 15 por ciento de la fuerza de trabajo mundial.
La tasa de lesiones profesionales no mortales de las que son víctimas es un 40 por ciento más alta que la de los trabajadores adultos (de más de 24 años).
Los peligros en el lugar de trabajo pueden incluso representar una amenaza para sus vidas. Se estima que en el mundo, 152 millones de niños (de 5 a 17 años) se encuentran en situación de trabajo infantil, de los cuales 73 millones realizan trabajos que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, son considerados peligrosos.
Los niños en situación de trabajo infantil deben ser retirados de todas las formas de trabajo para las cuales no han alcanzado la edad mínima, y se les debe garantizar el acceso a una educación de calidad. El trabajo infantil peligroso debe ser una prioridad en el enfoque integrado para erradicar todas las formas de trabajo infantil. Debe prestarse más atención a los niños más pequeños (de 5 a 11 años) para quienes los avances se han estancado y el trabajo infantil ha aumentado desde 2012. Nunca acabaremos con el trabajo infantil si los niños pueden seguir accediendo al mismo.