Día del Patinador.
Una niña llamada Lidwina, quien naciera en el año 1.380 en una familia pobre en Scheidam (Holanda), y que a los quince años al patinar por los canales congelados del pueblo, se quebró una costilla y quedó postrada durante treinta y ocho años, en los que produjo varios milagros, y recibió miles de visitas, siempre con una sonrisa, a pesar de su sufrimiento.
El 14 de Marzo de 1890, el Papa León XIII puso sanción oficial de la Iglesia para declarar a Lidwina como la Santa Patrona de los patinadores de ruedas y hielo, enfermedades y sufrimiento.
Es por ello, que en honor a Lidwina, cada 14 de Abril-fecha de su muerte- se celebra en el Mundo el Día del Patinador.
Patinadores y patinadoras, papás y mamas de patín no bajar los brazos y seguir adelante, a esforzarse, poniendo lo mejor de cada uno en este hermoso deporte; el patín nos ha dejado la mejor de las enseñanzas: ayudar, ser mejores personas, construir, aportar, cuidar, sumar.