Falleció De la Rúa.
Fernando De la Rúa falleció a los 81 años en la Clínica Alexander Fleming de Colegiales donde había sido internado.
Nacido en 1937 en Córdoba, se recibió de abogado en la «docta» y llegó a Buenos Aires ya afiliado a la Unión Cívica Radical para participar como asesor del Ministerio del Interior de Juan Palmero en el gobierno de Arturo Illia.
El golpe de Onganía de 1966 lo hizo recién reaparecer en 1973 como candidato a Senador Nacional por la Capital Federal venciendo a Marcelo Sánchez Sorondo, el elegido por el General Perón para ese cargo.
Ese mismo año 1973 lo llevó a acompañar en la fórmula presidencial a Ricardo Balbín quienes fueron derrotados por la fórmula Perón-Perón y llevaron al lider Justicialista por tercera vez a la primera magistratura ( Balbín-De la Rúa 25%; Perón-Perón 62%).
Tras el golpe de 1976 se dedicó a la actividad privada como abogado y no recibió en todo el gobierno militar ninguna molestia. Reapareció en 1983 para la reapertura democrática y ya sin poder para vencer a Raúl Alfonsín en la interna radical optó por volver al Senado por su partido.
En 1991 De la Rúa regresó al Congreso como diputado nacional y asumió la jefatura de la bancada radical.
El 6 de agosto de 1996, De la Rúa se convirtió en el primer jefe de Gobierno. Un año más tarde fue parte de la mesa chica que conformó la Alianza con el Frepaso.
El triunfo del 97 lo posicionó como cabeza del radicalismo y precandidato a la presidencia. En noviembre de 1998 venció a Graciela Fernández Meijide en la interna y dos días después anunció que Carlos «Chacho» Álvarez sería su compañero de fórmula.
La fórmula de la Alianza obtuvo el 48 por ciento de los votos, frente al 38 de Eduardo Duhalde-Palito Ortega.
Habían ganado en primera vuelta. De la Rúa se convertía en el tercer presidente del ciclo democrático abierto en 1983.
El 10 de diciembre de 1999 comenzó la que sería una de las presidencias más traumáticas de la historia argentina moderna.
El objetivo era sostener la convertibilidad a cualquier precio pero profundizó los indicadores negativos, con un desempleo que no bajó de los dos dígitos.
En agosto de 2000 estalló el escándalo de las coimas en el Senado para aprobar la ley de flexibilización laboral exigida por el FMI. Chacho Alvarez dio el portazo el 6 de octubre, dando por sentado que las coimas existieron y que el Gobierno del que formaba parte no facilitaba la investigación.
Le entregó el manejo de la economía a Domingo Cavallo, padre de la convertibilidad, para que manejara la difícil situación imperante, tomando créditos del exterior que ya representaban el 20 por ciento del PBI para el pago de la deuda externa.
En las legislativas de 2001 se impuso el voto bronca. Amplias franjas de la población impugnaron su voto o sufragaron en blanco. Fue una derrota muy dura y posicionó al PJ que, en ausencia del vicepresidente por la renuncia de Alvarez, desbancó al radical Mario Losada de la presidencia provisional del Senado y colocó en su lugar al misionero Ramón Puerta.
De la Rúa quedó encerrado en su círculo íntimo (el llamado “Grupo Sushi”, que incluía a sus hijos Antonio y Fernando, Darío Lopérfido y a Hernán Lombardi, entre otros), apostó al manotazo de ahogado final: el corralito. Era el 1º de diciembre de 2001.
El plan original era que durara hasta el 28 de febrero de 2002. Es decir: durante 90 días, que incluían las fiestas de fin de año y los meses de verano, que los argentinos debían atravesar con 250 pesos por semana.
El 19 de diciembre, tras la bronca colectiva y los hechos de violencia que provocaron sus decisiones, lo llevaron a declarar el Estado de sitio. Los cacerolazos fueron la respuesta a un presidente cuya autoridad se diluía minuto a minuto. Esa misma madrugada cayó Cavallo. La suerte estaba echada.
El 20 de diciembre, la represión ensangrentó Plaza de Mayo y buena parte de la Argentina dejando 39 muertos en las calles de nuestro país.
Al no encontrar interlocutores, optó por la renuncia. A las siete de la tarde dejó la Casa Rosada en helicóptero, la imagen más recordada de sus 740 días como presidente. Así terminó la última presidencia encabezada hasta la fecha por un radical.
Desde entonces, De la Rúa se alejó de la vida pública aunque en los últimos años apoyó al Presidente Macri.
Nunca fue condenado por ninguna de sus directivas como Presidente de la Nación.
Buena parte del elenco delarruista se recicló en Cambiemos: Hernán Lombardi, Patricia Bullrich, Darío Lopérfido, Gerardo Morales y otros dirigentes reaparecieron con Mauricio Macri.
Fuente: Página 12