Murió Amadeo…

A los 93 años, el ídolo y presidente honorario de River, Amadeo Raúl Carrizo, falleció luego de estar internado en la Clínica Zabala de Belgrano.

Había nacido en la localidad de Rufino, Provincia de Santa Fe, el 12 de junio de 1926.

El «inventor» del puesto de arquero, abarcó las décadas del 40-50 y 60 y fue un símbolo del mundo riverplatense.

Fue uno de los pioneros en la innovación de técnicas y estrategias en su puesto de guardameta, tales como salir de su área para participar en la defensa o salir jugando; lanzarse a los pies del contrario para arrebatarle el balón en un ataque y utilizar el saque de portería para iniciar un contraataque. Dejó de lado las tradicionales rodilleras que se utilizaban, cambió el color amarillo de los buzos que eran comunes por «tricotas» coloridas y se destacó por «bajar» los centros al área con una sola mano.

En total intervino en 595 encuentros (teniendo en cuenta los partidos con Alianza Lima y Universitario: 520 oficiales con River Plate, 24 en la Copa Libertadores de América también con el millonario y 20 con la Selección Argentina.

A los 42 años de edad mantuvo su valla invicta 769 minutos. El récord se registró el 14 de julio de 1968, en el Estadio José Amalfitani de Velez Sarsfield, quebrando ese registro el gol de Carlos Bianchi en ese mismo encuentro.

Su estilo de juego formó escuela entre otros afamados guardametas latinoamericanos. Jugó ininterrumpidamente en River durante 24 años, desde 1945 hasta 1968, siendo el jugador que más años permaneció en el club y más partidos disputó.

Murió Amadeo Carrizo. La realidad es que con él se fue una parte grande de la historia de River. Un referente, el hombre que reinventó el puesto de arquero, un adelantado. El que enamoraba a la «platea femenina» cada vez que se acercaba a ese sector. Tarzán le decían. Hablar de Amadeo Carrizo era hablar de River. Y por eso había sido designado como presidente honorario del club, un reconocimiento más que merecido.