Canastas Básicas y Aumento de la Pobreza en las CABA.

Publicado: 18 sep 2020
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La cuarentena golpeó con fuerza a los ingresos de los hogares y en agosto los precios de los alimentos se dispararon con respecto a los meses anteriores.
En línea con una dinámica del precio de los alimentos que se disparó en agosto, la línea de la indigencia saltó 2,6% durante el mes pasado.
De esa forma, una familia tipo precisó 18.792 pesos para cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA), cubrir sus necesidades fundamentales de subsistencia y no ser considerada dentro de la indigencia.
Por su parte, la línea de la pobreza trepó 2,1% y una familia tipo pasó a necesitar 45.478 pesos para cubrir una Canasta Básica Total (CBT) y no ser considerada pobre.
El incremento de las canastas básicas ocurrió de la mano con una caída generalizada del salario, aunque las políticas oficiales para apuntalar a los hogares durante la cuarentena, a través del IFE de 10.000 pesos bimestrales, que alcanzó a 8.900.000 hogares y se sumó a la AUH.
Si bien eso ayudará a contener la suba de la indigencia, se descuenta que tanto ese indicador como el de la pobreza mostrarán aumentos importantes.

De esta forma, en los primeros ocho meses del año la Canasta Básica Total aumentó 16,7% y la Alimentaria, 20,6%.

La diferencia entre una y otra se debe esencialmente a la evolución del ítem tarifas de los servicios públicos y transporte, que se encuentran congelados.

El miércoles la CABA publicó los números de incidencia de la pobreza en el primer semestre del 2020.

Sufrió un salto de 7,6 puntos, lo que implica que el 28,2% de los porteños está en situación de pobreza.

La indigencia también creció, 5,7 puntos, pasó a ser dos cifras y llegó a 11,7%.

A nivel nacional la situación es más grave. Se descuenta un salto de al menos 5 puntos en la pobreza, que tendrá un piso de 41%.

Un tercio de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires vive bajo la línea de pobreza, más exactamente el 33,6 por ciento: 1.032.000 personas. 
 
De éstos, 482.000 ni siquiera llegan a la canasta básica alimentaria, viven bajo la línea de pobreza.
 
Unas 323.000 personas pierden su ocupación (la mayoría pasando a la inactividad).
El desempleo trepa al 14,7% con 221.000 personas desocupadas.
 

El aumento de la indigencia es del 100,8 por ciento, 242.000 personas más que las que había antes del inicio de la pandemia. El de la pobreza, de 46,8 por ciento, abarca a 329.000 personas.

El informe de Estadística y Censos explica que “la fuerte caída en la ocupación y la reducción del ingreso real resulta en un empeoramiento de la situación social de la población de la Ciudad.»

Aquellos que conservan su ocupación vieron caer sus ingresos reales (la variación de precios alcanza casi el 40%) e incluso muchas veces, también los nominales.

Unos 48.000 hogares, en los que residen unas 95.000 personas, tuvieron ingreso cero por el aumento de la desocupación.

Dentro de los que mantienen el empleo, “se produce un aumento significativo de los que no perciben ingreso (prácticamente se duplican, alcanzando las 63.000 personas)”, explica el informe.

 

De esta manera, sobre una población de 46 millones de habitantes (estimada hoy), alrededor de 16,4 millones de personas no tuvieron los ingresos suficientes para adquirir la alimentación, servicios básicos e indumentaria, que se requieren para no ubicarse por debajo de la línea de pobreza, entre los cuales, 3,7 millones no tenían dinero ni siquiera para alimentarse todos los días.

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