Alejandro Otero, Economista, en Comunas un Desafío.

Publicado: 06 oct 2020
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Este sábado 3 de octubre entrevistamos a Alejandro Otero, experto en Temas Económicos y Fiscales, un amigo de este programa (casi un columnista habitual) a quien consultamos cuando tenemos dudas ante ciertos temas económicos que no están al alcance ni al entendimiento de todos.

 

Los anuncios económicos y los tironeos por el valor del dólar nos llevó preguntarle a Alejandro por el futuro en el corto plazo de tantas variables que son muy difíciles de comprender y así nos respondió: «Fue una semana de tensiones en torno a la variable más sensible de la economía en la Argentina, si la víscera más sensible de los seres humanos, como decía el general Perón es el bolsillo, la variable más sensible es el tipo de cambio por sus repercusiones sobre la vida cotidiana, lo que pasa con el tipo de cambio termina inmediatamente más temprano que tarde repercutiendo sobre el valor de los alimentos así que ningún argentino queda exceptuado, pero a mí lo que me interesa señalar en torno a estas cuestiones en primer lugar es que para poder poner las cosas en su lugar hoy la Argentina no tiene su clásico problema de falta de dólares que es eso que los economistas llaman la restricción externa que nos sucede a los argentinos paradójicamente y como producto de la desintegración del complejo industrial de Argentina que llevaron adelante distintas oleadas de gobiernos neoliberales.

 

La Argentina para crecer necesita dólares, hoy es evidente que la Argentina no crece como no crece el mundo y además es evidente que  la Argentina tiene un saldo comercial positivo es decir que pese a que se derrumbaron tanto las importaciones como las exportaciones, como las importaciones se derrumbaron mucho más que las exportaciones el saldo comercial es positivo y entonces porque están estas tensiones sobre el tipo de cambio, bueno porque los dólares no los tiene el Banco Central, le faltan los dólares  porque los tienen los exportadores que no  han decidido liquidar  o bien que no han decidido comercializar aún la cosecha que tienen a buen resguardo; es decir que la Argentina dicho así en términos abstractos muy generales no tiene un  problema de falta de dólares le faltan al Banco Central, pero los particulares los tienen por situación política y cultural en la que nos desenvolvemos y a mí no deja de resultarme curioso tal vez porque tengo 60 años, viví otra época donde el mundo era diferente y el sentido común era diferente, la gente se enoja con el gobierno porque el gobierno no le quiere vender lo que no tiene; como te va a vender el gobierno lo que no tiene, no tiene los dólares no te los puede vender, ahora la gente no se enoja con los exportadores que los tienen y no lo quieren vender eso no les parece motivo de indignación, no les parece motivo de indignación a los grandes medios que hay un grupo muy reducido, un puñado, media docena de exportadores que son los que tienen los dólares producto de la exportación y no lo quieren vender.»

 

 

 

«Lejos de mí echarle la culpa a la gente, la gente se defiende como puede, hay distinto tipo de situaciones, algunos los más afortunados los que pueden ahorrar, buscan ahorrar en dólares porque la experiencia lo demuestra más conveniente a la larga que ahorrar en pesos, pero ojo muchos de los que están comprando 200 dólares no están comprando para ahorrar, están comprando por una estrategia de supervivencia que hace que los compra al valor oficial y  luego lo revenden al valor del dólar blue y hacen una diferencia que les permite llegar a fin de mes, esa es la situación que hoy viven los argentinos, tenemos ese problema que ahorrar en pesos termina siendo menos conveniente que ahorrar en dólares; ahora ¿porque ahorrar en pesos termina siendo menos conveniente que ahorrar en dólares? porque la oferta de dólares la tienen concentrado un puñado de actores que a partir de esa situación tienen la capacidad de presionar y forzar devaluaciones cuando eso es de su conveniencia maximizando su rentabilidad.», reafirmó.

 

 

 

Para rememorar en la historia nos recuerda, » esto es histórico, quiere decir que esto viene fundamentalmente desde los años 90 en adelante cuando la Argentina, bajo el gobierno de Menem y Cavallo, decidió deshacer la Junta Nacional de Granos, pero hasta ese momento es cierto que de manera decreciente desde los años 30 la Argentina tenía un control del mercado exterior, tenía un control de su principal producto de exportación como cualquier país razonable, para no ir muy lejos del otro lado de la cordillera (Chile) país que le gusta nombrar a los neoliberales tiene como principal producto de exportación el cobre, existen la retenciones sobre el cobre NO; existen las retenciones sobre el tipo de cambio que tiene NO, ¿por qué? porque el monopolio de la exportación de cobre y la producción de cobre lo tiene el Estado, ni siquiera Pinochet desarmó esto; en todos los países que tienen un producto central de exportación el Estado tiene un rol, que al menos regula si no monopoliza directamente o lo tiene nacionalizado, la Argentina no tiene nada de eso hoy día y cada vez que quiera avanzar en ese sentido, me remito al ejemplo reciente de Vicentín se arma terrible <tole tole> porque se arma terrible discusión y conflicto sobre una cuestión que es bastante pero bastante obvia, bueno porque hay intereses muy fuertes de que esto no tenga vuelta atrás, de que la Argentina mantenga esta situación estructural, que es histórica pero ojo es histórica reciente, la verdad que durante la mayor parte de su historia la Argentina tuvo un control de distinto grado con distinto grado sobre el comercio exterior de sus productos más importantes, que hoy no tiene y ese es el problema de fondo que hay que  encarar y eso no se resuelve de la noche a la mañana, hoy la situación es la que es y el gobierno está en esa situación y hay que negociar de la mejor manera posible y lograr que esos dólares se vuelquen al mercado interno.»

 

 

 

«A mí me llama la atención y la política comunicacional debiera ser otra de todos nosotros porque no es una responsabilidad solo de los gobiernos, es colectivo dar la batalla cultural y poner en evidencia algo que me parece obvio, ¿qué sentido tiene enojarse con un gobierno que no te quiere vender lo que no tiene?   no puede venderte lo que no tiene, ahora porque el gobierno no lo tiene, porque hay algunos que sí lo tienen, porque no redireccionar ese enojo, esa molestia sobre esta situación, me parece que cuando logremos poner en evidencia que el enojo en todo caso o la queja debiera ser dirigida hacia quienes tienen aquello que la gente quiere en este caso los dólares, y no quieren ponerlo a disposición vamos a tener ganada la batalla política o al menos una buena parte de eso.», sentenció.

 

 

Y continúa, «se enoja mucho la gente y los medios fogonean esto porque buscan hacer creer o presentar como un capricho una arbitrariedad del gobierno las medidas que toma, cuando en realidad lo que está haciendo el gobierno es obrar con absoluta responsabilidad; los medios buscan que ese descontento fuerce al final la devaluación que es lo que quieren los tenedores de dólares,
para poder colocarlos en el mercado interno a un precio mayor, esto como se llama <devaluación> solo que la devaluación que significa una muy buena noticia y enormes ganancias para los tenedores de dólares, para la mayoría del pueblo argentino más temprano que tarde  significa mayor nivel de pobreza, esto insisto debiera a esta altura del partido, (porque hemos vivido esto muchas veces), ser parte del sentido común sin embargo no lo es, una y otra vez se repite la misma historia y el malestar direccionado por los grandes medios de buena parte de la población va contra el gobierno, sin embargo los responsables de esta situación están muy lejos del gobierno, la gente no sabe ni siquiera sus nombres pero la situación es que aquello que el gobierno no tiene en realidad lo tienen los privados, lo que quieren es otro precio, por eso que tienen, que la gente quiere y que el gobierno no tiene: dólares.»
«De un tiempo a esta parte desde la caída del muro de Berlín, por situarlo en un momento histórico, es decir desde el 90 para acá, la revolución, el socialismo, el sistema alternativo y superador del capitalismo parece haber desaparecido del escenario político, es una pérdida de lamentar la posibilidad de la revolución, la posibilidad de que existiera la concreción de un sistema superador al Capital.
Desde entonces hasta ahora como no tienen riesgo de perderlo todo parece que no están dispuestos a ceder nada, entonces la verdad es que se hace difícil en la Argentina y en el mundo, dicho esto vale también decir que dentro del capitalismo hay muchos capitalismos ¿no?, hay capitalismos más salvajes, y hay capitalismos que han logrado generar y garantizar algún nivel de bienestar mínimo al conjunto de su población y un proceso de desarrollo relativamente armónico que morigere las desigualdades y permita superar los sufrimientos que la tecnología y el grado de desarrollo permita que sean superados a esta altura del partido.», subrayó.
Para ir finalizando la explicación de este modo, «en lo personal creo que esa posibilidad está al alcance de los argentinos, los argentinos lo sabemos todos, tenemos una dotación de recursos naturales, una serie de recursos adquiridos, desde las capacidades de los recursos humanos hasta las tecnologías disponibles, que hacen desde el punto de vista objetivo pensar que no hay ninguna condición insuperable que haga que tengamos por ejemplo el 40% de pobreza en la Argentina; ahora para superar esa situación y para garantizar un proceso de desarrollo sostenible que a todos nos dé bienestar, es necesario que algunos sectores los que tienen las posiciones más acomodadas, más dominantes, estén dispuestos a ceder algo, no perderlo todo, a ceder algo;  a tener niveles de rentabilidad más acordes con lo que es el desenvolvimiento de una economía capitalista normal a esta altura del partido en cualquier parte del mundo y no presionar por tener maxi  ganancias o super productividades en cualquier contexto; ese es el conflicto central que hoy enfrenta la Argentina, que lo viene enfrentando hace unos cuantos años y no logra resolverse de manera sustentable, conflicto que por supuesto se plantea en la medida que hay un gobierno popular que representa los intereses del conjunto de la mayoría, que los quiere hacer valer en este sentido como sucede hoy en la Argentina con el gobierno de Alberto y Cristina.
La suerte que tengamos en el trámite de ese conflicto es la suerte que tenga el proceso de desarrollo y de construcción de igualdad  en la Argentina; yo estoy a favor de esa construcción creo que en ese sentido una de las dimensiones fuertes es dar la batalla cultural y poner de nuevo como parte del sentido común estas cuestiones que conversábamos antes y que para los que tenemos memoria bien sabemos que en algún otro momento de la historia esto fue parte del sentido común y hoy lamentablemente ya no lo es.»