16 Años de Cromañon.
En la noche del 30 de diciembre de 2004, a las 22:50 hrs., se produjo un incendio en la discoteca República Cromañón, ubicada en el porteño barrio de Once, en la calle Bartolomé Mitre 3060/3066/3070, Ciudad de Buenos Aires, donde murieron casi 200 personas -en su mayoría jóvenes, menores de edad- que presenciaban un recital de rock, luego de que un elemento de pirotecnia arrojado impactara en una media sombra e incendiara el techo del lugar.
La evacuación de la totalidad de los asistentes no pudo realizarse con normalidad, ya que la puerta de emergencia estaba cerrada con cadenas y candado, la cantidad de personas dentro del local excedía la capacidad del lugar. El local se encontraba habilitado para dichos espectáculos con una capacidad de hasta 1.031 personas; sin embargo, el recuento del público era bastante mayor a dicha cifra.? En la causa judicial se asegura que ingresaron al menos 4.500 personas, ya que se habían vendido las 3.500 entradas disponibles y se calculó la existencia de 1.000 personas que ingresaron sin la misma. además se cortó la energía eléctrica poco después de iniciado el incendio y la entrada principal no estaba abierta en su totalidad. Asimismo, por deficiencia en la cantidad y funcionamiento de los matafuegos no se produjo a tiempo la extinción del fuego y los gases tóxicos asfixiaron rápidamente a las personas.
Muchos de los que lograron salir del lugar volvieron a ingresar para rescatar a las personas que todavía se encontraban en el interior del local, mientras que otros improvisaron medidas de primeros auxilios hasta que llegaron refuerzos policiales, médicos y bomberos.
En el incendio y en los días subsiguientes murieron 194 personas y alrededor de 700 resultaron heridas, según cifras oficiales.
Al día siguiente, la prensa escrita masiva configuró discursivamente al incendio del siguiente modo: «Tragedia en un recital: 169 muertos» (La Nación On Line, 31/12/2004).
Días posteriores al incendio, las investigaciones sobre el hecho ocurrido dieron a conocer a través de los medios de comunicación que el lugar tenía la habilitación para funcionar sin estar, en verdad, en condiciones para hacerlo; los inspectores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jefes de los Departamentos de Bomberos y de la Policía, responsables de habilitar el lugar, eran sobornados por el gerenciador del local, Ornar Chabán; otros tres principios de incendio habían ocurrido anteriormente en el mismo local y los rituales de encender bengalas en recitales de rock, eran celebrados en las gacetillas que anunciaban el recital por parte de la banda que tocaría esa noche, el grupo Callejeros.
Este 30 de diciembre se cumplen 16 años de la masacre de Cromañón y los familiares siguen luchando por justicia para «los pibes».
El año pasado se levantó la clausura que existía sobre el boliche, lo que permitió que Rafael Levy, dueño del predio y condenado por la Justicia, lo vendiera de manera ilegal.
Los familiares de Cromañón presentaron una apelación a la Corte Suprema, por lo que el lugar no se puede tocar. Nunca se le permitió a ningún familiar ingresar al local.
Ahora Larreta y la Justicia sí lo permiten para hacer negociados. Quieren hacer plata a como dé lugar, sin importar la memoria de los jóvenes. Son los mismos jueces, políticos y empresarios corruptos que permitieron la masacre.
Cromañón tendría que ser un espacio de la memoria en donde se recuerde a nuestros pibes y se asista a las víctimas sobrevivientes y de otros crímenes de Estado.
A 16 años de la masacre seguimos diciendo ¡los pibes de Cromañón presentes, ahora y siempre!