Accidentes Domésticos en la Edad Avanzada.
Los accidentes domésticos ocurren con mayor frecuencia en las personas de edad avanzada, y pueden tener graves consecuencias para la salud mental, física, y social de aquellos que los sufren.
Es en el hogar donde existen mayores posibilidades de que sucedan accidentes de cualquier tipo, (caídas, quemaduras, golpes, intoxicaciones, incendios, raspaduras, etc.), al ser el lugar donde pasan la mayor parte de las horas del día los adultos mayores.
Es importante señalar que un porcentaje muy elevado de accidentes domésticos podrían evitarse con facilidad si se tomaran las precauciones debidas, desde la prevención, promoción y protección de la salud.
Para los adultos mayores el miedo a caerse es uno de los temores más frecuentes, por eso es importante la salud mental del adulto mayor mediante el abordaje desde la Psicología.
Se trata de un problema común, y se estima que el 30% de las personas con más de 65 años tienen riesgo de caerse, al menos, una vez por año. Este peligro se duplica si la persona ya tuvo una caída, y es mayor a medida que aumenta la edad.
Sufrir una caída, o tener miedo de padecerla, puede cambiar la vida de una persona mayor. Muchas veces, a partir de una caída puede perderse el entusiasmo, las ganas de salir y la posibilidad de seguir siendo independiente.
El miedo deja de ser una respuesta normal ante un peligro cuando la persona siente que:
– Hay falta de control racional del pensamiento, reaccionando desde la inmovilidad absoluta hasta el ataque de pánico.
– Hay una evitación continuada del estímulo aversivo.
– El miedo interfiere considerablemente en el funcionamiento normal y diario de la persona.
Estas respuestas producen un estado de ansiedad considerable, continuo, persistente, y que puede prolongarse en el tiempo generando un malestar clínicamente significativo con enorme sufrimiento. Síntomas de fobia a las caídas, con preocupación excesiva que se desencadena frente a una amenaza potencial, real o imaginaria, viéndose la persona incapaz de controlar su estado de inquietud.
Entre las medidas que se deben abordar para la prevención de las caídas, ya sea dentro o fuera de la casa, en personas mayores, se encuentran las siguientes:
1) Solicitar ayuda de profesionales de la salud, para poder explorar los diferentes factores que pueden incidir en las caídas, ya que no suelen producirse por un único motivo. Los profesionales podrán evaluar los factores intrínsecos como los problemas para caminar, los cambios en el equilibrio, el posible deterioro de la memoria, la disminución de la función muscular y articular, entre otros; y los extrínsecos, que son los que se relacionan con el ambiente o con situaciones que disminuyen la respuesta física.
2) La ayuda psicológica resulta primordial para encontrar las estrategias específicas caso por caso ante el sufrimiento que da lugar a una espiral favorecedora de las caídas como es el miedo a caer, la ansiedad, la depresión y la discapacidad básica.
3) El estilo de vida es uno de los determinantes de la forma en que se envejece, por lo cual, mantener costumbres saludables disminuye el riesgo de sufrir caídas en la vejez. Alimentarse adecuadamente y mejorar el ciclo del sueño.
4) Realizar ejercicios, con el acompañamiento de profesionales para mejorar la manera de caminar, la inestabilidad y el fortalecimiento de las piernas, entre otras.
5) Controlar la medicación.
La prevención, promoción y protección de la salud en el tema de las caídas para una persona mayor es tan importante como hacerse los controles de salud para todas las personas.
Fuente: Lic. Lidia B Carnuccio
Psicóloga (UBA) MN 44204