Día Mundial del Cáncer de Colon.
El 31 de marzo se realiza el Día Mundial de Concientización sobre Cáncer Colorrectal, una jornada dedicada a que la sociedad conozca acerca de la enfermedad, sus síntomas, la forma de prevenirla y los estudios de detección que se pueden realizar.
En Argentina, el cáncer de colon es el segundo tipo de cáncer más frecuente (11,8% de los casos), después del cáncer de mama (16,8%), y el segundo más mortal: en 2014 causó más de 7 mil fallecimientos, según el Instituto Nacional del Cáncer (INC) .
Con prevención y diagnóstico precoz, la mortalidad podría ser mucho menor. Nueve de cada 10 casos de cáncer de colon se pueden curar si se detectan a tiempo, antes de que la enfermedad avance y se disemine.
Por lo general la enfermedad comienza con pólipos en la pared del intestino que, si se detectan, pueden extirparse antes de que transformen en cáncer. Pero no suele presentar síntomas hasta que el cáncer está avanzado. Es por eso que en Argentina se recomienda que hombres y mujeres de 50 a 75 años de edad se realicen un test de sangre oculta en materia fecal.
Sin embargo, estos estudios de detección aún son una materia pendiente en el país.
Un relevamiento realizado reveló que casi el 80% de los entrevistados considera que no sabe lo suficiente sobre cáncer colorrectal, y el 60% no conocía los estudios diagnósticos que deben realizarse para detectar este tipo de cáncer.
Los resultados coinciden con la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) del Ministerio de Salud de la Nación, en la que apenas una de cada cuatro personas de entre 50 y 75 años afirmó haberse realizado alguna vez una prueba de rastreo de cáncer colorrectal.
Lamentablemente, la mayoría de los pacientes llega a la consulta cuando ya se encuentra en la fase avanzada de la enfermedad, lo que implica que el tratamiento sea más complejo y con menor probabilidad de curación.
Al ser consultados sobre las principales barreras que se interponen para recibir un diagnóstico de cáncer de colon en forma temprana, la principal razón esgrimida fue el desconocimiento sobre la enfermedad (55%), seguido de vergüenza y miedo (35% y 32%, respectivamente).
Una colonoscopía es un examen que se utiliza para detectar cambios o anomalías en el intestino grueso (colon) y el recto.
Durante una colonoscopía, se inserta un tubo largo y flexible (colonoscopio) en el recto. Una pequeña cámara de video en la punta del tubo le permite al médico ver el interior de todo el colon.