Día Mundial del Reciclaje.
El día 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje con el objetivo de concienciar a la población acerca de la utilidad de esta herramienta sencilla y al alcance de todos para la mejora del ambiente.
Se inició en Texas en el año 1994, luego se unió México en el año 1998. Y a partir de ese momento la necesidad de impulsar el reciclaje se extendió a todos los países del mundo.
Se entiende por reciclaje el proceso por el cual un producto ya utilizado, en principio destinado al deshecho, es procesado para que pueda ser reutilizado, disminuyendo así el impacto ambiental de nuestros hábitos de consumo. El vidrio, el papel y el metal son, por el momento, los materiales que más habitualmente se reciclan.
Este día tiene como fin promover entre los ciudadanos del globo una mayor responsabilidad sobre la materia y los desechos que dañan la naturaleza.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) fue quien estableció el 17 de mayo como el Día Mundial del Reciclaje en el 2005, con el fin de promover una mayor responsabilidad, no solo vista desde la perspectiva del ciudadano consumidor, sino de aquel que extrae la materia prima y la transforma en un bien de consumo. Esta fecha es una buena ocasión para reflexionar sobre la situación actual de la gestión de los residuos y la importa que esto tiene para el cuidado del planeta Tierra.
La cantidad desmedida de residuos va de la mano de un modelo de economía lineal bajo la lógica del “úselo y tírelo”. La jornada de hoy nos recuerda la necesidad de hacer una transición a una economía circular basada en el reciclaje y en la que se trata de concienciar sobre la importancia de este procedimiento para preservar la salud del medio ambiente.
La regla de las tres “R” debiera ser nuestro mantra: reducir, reutilizar y reciclar. Lo primero es lo más fácil, podemos reducir en gran medida nuestro consumo de plástico, por ejemplo, mediante pequeñas acciones que tiene un real impacto en el medioambiente.
La estrategia de Reducir, Reutilizar y Reciclar busca reorientar el comportamiento de la comunidad con vista a lograr un significativo mejoramiento en el manejo de los residuos sólidos urbanos, además de propiciar una cultura sostenible que impacte visiblemente en la cotidianidad, constituyéndose en un ejercicio consciente y solidario.
¿De verdad necesitamos una bolsa de plástico para cada compra?
Si lo pensamos un momento sin dudas la repuesta será no. Además, podemos reutilizar. Dar una nueva vida a las cosas que ya no nos sirven es otra manera de contribuir. Antes de tirar a la basura botellas, bolsas y cajas de cartón es muy sencillo hacer que estas tengan otra vida útil. Por último, reciclar se vuelve cada vez más importante para mantener la salud del planeta. Más aún en el contexto pandémico actual en el cual utilizamos una mayor cantidad de plásticos de un solo uso a causa de las medidas sanitarias de prevención del coronavirus. Reciclar nos ayuda a comprender cuál es el impacto de cada producto o servicio que consumimos: qué materiales se utilizaron, cuál fue su proceso de producción y cómo desecharlo cuando ya cumplió su fin.
La mayoría de materiales que utilizamos pueden reciclarse. Esto depende de las instituciones y de nosotros mismos. Por ejemplo, el reciclaje de 1.000 kg de papel salva la vida de 17 árboles. En la última década se han registrado los peores índices de calor y si no hacemos algo para cambiar el curso de los acontecimientos, la suba de las temperaturas continuará y llegará un momento en que ya no podremos parar este proceso que desencadenamos por culpa de nuestra desidia, negligencia y ambición. En este escenario resulta vital recordar que reciclar SI es una solución. No solo es necesario que se disminuya significativamente la cantidad de basura que se genera, que se elimine el empleo de plásticos de un solo uso y de bolsas o que se hagan envases con materias primas recuperadas, si no se recicla correctamente toda la basura que generamos estaremos lejos de ganar la batalla.
A pesar de la evidencia científica y de la mayor concienciación ciudadana, el mundo está aún muy lejos de alcanzar ese modelo económico basado en el reciclaje. Los datos son poco alentadores: actualmente, solo el 36% de los residuos urbanos que se generan dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se reciclan.
En las regiones europeas, esa cifra aumenta hasta el 45%, según los barómetros del Eurostat. En relación a los residuos urbanos, España se encuentra muy por detrás: solo se reciclan el 33,9% de los residuos, según Ecoembes. Esta cifra dista mucho del 55% que exige la UE para 2025 y de la media europea.