Día Internacional de la Diversidad Biológica.
El Día Internacional de la Diversidad Biológica es una fecha que se celebra el 22 de mayo de cada año, por decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) del 20 de diciembre de 2000, en la Resolución 55/201.
Este día fue creado para «informar y concienciar a la población y a los Estados sobre las cuestiones relativas a la biodiversidad».
La fecha se eligió por coincidir con el aniversario de la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992.
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El Convenio sobre la Diversidad Biológica es el instrumento internacional para «la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos», que ha sido ratificado por 196 países.?
Dada la importancia de la educación y la conciencia públicas para la aplicación del Convenio a todos los niveles, la Asamblea General proclamó el 22 de mayo, fecha de la aprobación del texto, Día Internacional de la Diversidad Biológica, mediante la resolución 55/201, en el 2000.
Si la diversidad biológica tiene un problema, la humanidad tiene un problema
Se entiende por biodiversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes, pero también incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie -por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado-, así como la variedad de ecosistemas (lagos, bosques, desiertos, campos agrarios,…) que albergan múltiples interacciones entre sus miembros (humanos, plantas, animales) y su entorno (agua, aire, suelo…)
Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones.
Los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a unos 3 000 millones de personas.
Más del 80% de la dieta humana está compuesta por las plantas.
Aproximadamente, el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales basados en plantas para la atención básica de la salud.
Pero la pérdida de esta diversidad amenaza todos estos ámbitos, incluida nuestra salud. Existen pruebas de que perder nuestra biodiversidad podría aumentar los casos de zoonosis (enfermedades transmitidas de los animales a los humanos) mientras que, por el contrario, si conseguimos mantenerla estable, esta podría ser una gran herramienta en la lucha contra pandemias como aquellas causadas por los coronavirus.