9 de Enero de 1909, Nace Justo Suárez, el Torito de Mataderos.
Justo Antonio Suárez, había nacido el 9 de enero de 1909, sus padres fueron Don Martín Suárez y Doña Luisa María Catalina Sbarbaro, sus hermanos: Gregorio, Manuel, Obdulio, Edmundo, Rosalía y Elvira.
La familia se traslado desde los Mataderos del sur de Parque de los Patricios cuando se decidió su traslado, a tierras más altas conocidas como altos de Liniers, en 1899, hoy barrio de Mataderos, conservando Don Martín su trabajo de resero en el nuevo Mercado de Hacienda.
Los hermanos de Justo tenían una pasión: el box y Justo se entusiasmo con este deporte y comenzó su carrera pugilística desde muy joven practicando en un ring que habían levantado en el fondo de su casa de la calle Guamini 2740.
Así comenzara su vertiginosa y espectacular carrera en el boxeo argentino
A mediados de la década de 1920 empieza a circular por el país el nombre de Justo Suárez, el torito de Mataderos comienza a tener una popularidad tan grande como la obtenida por Luis Ángel Firpo, el inolvidable “Toro Salvaje de las pampas”.
Era un boxeador guapo, decidido, impetuoso, siempre iba hacia delante y arremetía a sus rivales con la fuerza de un torbellino. De fuerte pegada, definía muchos de sus combates por la rápida vía del «Knock Out».
Desbordaba a sus rivales arremetiendo contra ellos desde el tañido del gong hasta el final. Verlo pelear era realmente un espectáculo.
Suárez inicio su carrera boxística en 1924, contaba solo con quince años de edad, su primer combate lo realizó con Damian Dobal en el Club Social Argentino del barrio de Flores, encuentro de cinco rounds de dos minutos cada uno, que termino empatado.
Se inicio de esta manera en la categoría mosca y llego a ser campeón novicio de Buenos Aires. A medida que iba creciendo, el torito asumía las nuevas categorías con toda normalidad, así paso de la división mosca a la de los gallos donde conquistó el Campeonato Argentino, luego a la categoría de las plumas, y de paso a paso, de progreso en progreso alcanzó en esta división un doble campeonato: el de Argentina y el Sudamericano.
Desde esta primera pelea en 1924 Suárez realizó una impresionante campaña como amateur hasta 1928, realizo 48 peleas y quedo invicto; ya era un ídolo.
Ingresó al profesionalismo bajo la dirección de José Lectoure, con el que realizará toda clase de combates en todos los lugares posibles, como todos los adversarios imaginables, nadie le pudo ganar nunca.
Ya su nombre empezaba a causar admiración y sorpresa, por lo regular de su campaña y los notables progresos que se advertían pelea tras peleas. Cuando alcanzó la privilegiada división de los livianos, que junto a los medianos y pesados, constituyen las categorías más importantes del boxeo mundial, conquistando el Campeonato Argentino y sudamericano.
Desde que abrazo el profesionalismo Justo Suárez tuvo tres años que pueden ser considerados los mejores de su campaña (1928, 29 y 30) por los brillantes resultados obtenidos.
En 1928 vence a Ramón Moya por “knock –out” en el 2º round, a Pedro Bianchi por abandono en el 6º round, a Julián Mallona por “knock-out”, a Fernando Marfurt por abandono.
En 1929 vence a Luis Marfurt por puntos en el 12º round, a Enrique Venturi por abandono en el 6º round, a Julio Fernández por puntos en el 12º rounds, a Luis Rayo por puntos en el 12º round, a Victorio Venturi por puntos en 12º rounds, a Lou Palusso por “knock-out” en el 2º round, a Fred Webster por “knock-out” en el 1º round.
En 1930 vence a Hilario Martínez (español) por “knock-out” en el 5º round, a Bebe Herman (norteamericano) por “knock-out.
Luego de su sensacional comportamiento en nuestro país, donde venció en todos los combates, y en los cuales enfrento a boxeadores de varias nacionalidades: chilenos, españoles, uruguayos y hasta un inglés, el “Jhony” Fred Webster, a quien durmió en el primer round, solo le quedaba una última pelea por realizar en nuestro país, antes de partir rumbo a Estados Unidos, el centro boxístico de todos los tiempos
El sábado 22 de marzo de 1930 se realiza la pelea Suárez –Mocoroa, las opiniones – y las apuestas- estaban divididas en proporciones muy parejas.
La pelea se realizó en al antiguo estadio de River Plate donde asistieron 55.000 personas y ganó Justo Suárez.
En un día de mayo de 1930, a los dos meses escasos de haber obtenido el título de los livianos, al derrotar a Mocoroa, una noticia estalló en todos los diarios del país: Justo Suárez, el celebradísimo Torito de Mataderos” había contraído enlace con Adelina Pilar Bravo, que desató una polémica en sus seguidores por nos considerar oportuno el momento, ya que estaba en la plenitud de su carrera.
Estamos en 1930 gobierna al país, por segunda vez Don Hipólito Irigoyen, un legendario y neto caudillo popular, que sería derrocado del poder por el golpe militar del 6 de septiembre de ese mismo año. Justo Suárez, luego de una brillante campaña, y sin rivales en toda Sudamérica, parte invicto hacia Estados Unidos.
Antes de partir concurre a la Casa de Gobierno para despedirse del presidente, Don Hipólito lo recibe afectuosamente, le desea buena suerte, y lo nombra «Agregado Deportivo».
Fue la noche del 17 de Julio de 1930 cuando Justo Suárez realizó su primera pelea en el ring del Yankee Stadium de Estados Unidos, su rival un tal Joe Glick, experimentado y mañoso boxeador que iba a poner a prueba la capacidad del Torito.
Justo culminara su primera campaña en Norteamérica con los triunfos de Joe Glick, por puntos a Herman Perlick, por puntos a Bruce Flowers por Knock-out en el 6º round, a Ray Miller por puntos y a Louis “Kid” Kaplan por puntos (todos los combates a 10 rounds).
Aunque en los primeros meses de 1931 Suárez sigue añadiendo triunfos y mas triunfos a su brillante record, al vencer a Petrarca, a Loayza y Casalá, estaba escrito que su buena racha se iba a quebrar en forma imprevista y conmocionante la noche que se encontró, en su segunda gira a Estados Unidos, en el ring del Madison Square Garden de Nueva York con Billy Petrole, el cual lo venció por Knock-out en el 9º round, terminado con la larga y brillante carrera pugilística del hasta entonces “invicto” Torito de Mataderos.
Regreso al ring en 1932 enfrentado a Víctor Peralta en el Luna Park por el Campeonato Nacional, mostró toda su guapeza, pero no alcanzó, fue vencido por Peralta que recibió el repudio del publico.
Su última presentación será el 5 de octubre de 1935 en el Parque Romano contra Juan B. Pathernay, que de pelea no tuvo nada, porque Justo no podía, la tuberculosis ya lo consumía y Juan se dio cuenta de ello y no quiso castigarlo.
De allí en más declinó su carrera, deprimido por el abandono de su esposa y por la terrible enfermedad que padecía que le impidió subir otra vez al ring.
Terminara sus días un 10 de agosto de 1938, en la Ciudad de Cosquín, en la Provincia de Córdoba, junto al cariño de su familia.
De acuerdo a los deseos de Justo poco antes de morir, las autoridades de “Córdoba Sport Club” y el señor Lectoure, que viajó expresamente de la Capital Federal, resolvieron el traslado de los restos a Buenos Aires para inhumarlos en el Cementerio de la Chacarita.
La fría mañana del 12 de agosto de 1938 Buenos Aires dio su postrero adiós, con emoción y sentimiento, al hombre que tantas veces la había estremecido en noches de memorables combates.
Tu llama duró solo 29 años, tu luz te llevó a la inmortalidad, tu barrio así lo expresa en el busto de la esquina de Murguiondo y J. B. Alberdi, en la calle y la plaza que llevan tu nombre, en murales y graffiti. Eres querido y recordado, eres nuestro Torito, el primer ídolo popular argentino.