¿Son Buenas o Malas las Grasas?
En principio, las grasas son necesarias por las muchas funciones metabólicas que cumplen, no sólo en la nutrición, sino en la formación del Sistema Inmune, considerado como el responsable de la defensa de nuestro organismo, como se ha demostrado en las últimas investigaciones sobre Covid.
Pero también tenemos, como sucede en biología, la parte opuesta: los problemas metabólicos que ocasionan las grasas saturadas “no tan buenas” pero que también son necesarias para el organismo porque son una fuente de energía para todo el cuerpo.
Son grasas “duras” a temperatura ambiente, ya que actúan envolviendo y protegiendo los órganos abdominales como el estómago, los riñones e intestinos en caso de golpes u otras lesiones, porque no tienen una protección ósea como sucede en el caso del cerebro y del tórax.
Estas grasas se encuentran en los animales y sus productos como carnes, lácteos y sus derivados, manteca, crema, ciertos quesos y las encontramos también en algunos aceites de origen vegetal como el de palma y el de coco.
El exceso de estos alimentos puede producir placas de ateroma en las arterias y enfermedad cardiovascular.
Comidas en exceso provocan obesidad –que causa problemas de inflamación subclínica, difíciles de solucionar.
Las otras grasas llamadas insaturadas son propias de los vegetales y son esenciales, lo que quiere decir que tenemos que obtenerlos de los alimentos: están presentes en semillas de girasol, lino y chía y en peces de aguas profundas que están en vías de extinción. Son las grasas “buenas”, que protegen la salud evitando los procesos inflamatorios tan dañinos para el organismo.
Las grasas insaturadas pueden pertenecer a dos grupos: monoinsaturadas –tienen solo una molécula saturada y tolera bien la cocción a altas temperaturas; a este grupo pertenecen el aceite de oliva, la aceituna y también la palta.
Y poliinsaturados con varias moléculas insaturadas: aceites de girasol -omega 6- y de lino -omega 3-; el omega 6 se encuentra también en nueces y vegetales verdes crudos, el omega 3 se obtiene de nueces y de semillas de chía y zapallo.
Estos aceites deben ser de primera prensada en frío con la característica de envasarse en botella de vidrio oscuro y tapa a rosca para evita la oxidación. Además, no tolera altas temperaturas, las cocciones no tienen que pasar de los 50º porque pierden sus beneficios.
Los ácidos grasos insaturados-poliinsaturados son anti-inflamatorios y nos protegen de la oxidación
Para recordar:
• Coma nueces o almendras en vez de tostadas o galletitas en desayuno y merienda: no engordan y aportan proteínas.
• Haga dos comidas con pescado a la semana: evite el salmón rosado por el tipo de alimentación que tiene, y el pescado enlatado: la lata tiene bisfenol A que es un disruptor endógeno.
• Espolvoree semillas de sésamo en su comida: además aporta calcio.
• Agregue semillas de girasol, aceitunas y palta a las ensaladas.
• En el desayuno puede incorporar 1 cucharada sopera de semillas de lino remojadas por la noche, para mejorar la motilidad intestinal.
• Evite sobre todo las grasas trans. que tienen procesos de hidrogenación que se usan para la conservación de alimentos: estas grasas pueden elevar el colesterol en sangre.