LLega la muestra Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica
Una muestra itinerante de obras de alta calidad estética y técnica que se podrá visitar desde el 28 de agosto hasta enero de 2015, en el Museo de Arte Popular José Hernández y en el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco.
Desde el 28 de agosto hasta enero de 2015, en dos muestras paralelas en el Museo de Arte Popular José Hernández (Avenida del Libertador 2373) y en el Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco (Suipacha 1422), el ministerio de Cultura porteño presentará una de las más grandes exposiciones intinerantes que dan vuelta por las ciudades españolas y latinoamericanas: “Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica”.
Se trata de una colección que incluye 1.600 piezas de 22 países, pertenecientes a 450 artistas y divididas en 300 especialidades que dejan al descubierto una gran diversidad cultural, étnica, geográfica y estética. Este monumental conjunto de obras (monumental en el sentido más estricto) demandó casi un lustro en ser recopilado y seleccionado en áreas, lo que no impide que vaya creciendo con el correr del tiempo. La fundación cultural que tiene a su cargo la muestra – dependiente del Banco Nacional de México- hace una interesante definición de “Maestros” en oposición a “artesanos”, precisando que los primeros logran transmitir un vínculo especial entre los materiales y su trabajo (“plasman sobre sus piezas una chispa de genialidad, creatividad y maestría”, se expresa)
La exposición -además de otros recorridos posibles- se encuentra dividida en materiales utilizados para las obras. De esta forma tenemos las secciones de Barro, Metal, Madera, Fibra Vegetal, Piedra, Papel, Piel, Textiles y otras incluidas en el genérico Varios. Al margen de la interesante huella impresa por las etnias americanas de sus propias culturas, se observa la notable e importante fusión con las tradiciones estéticas heredadas de Europa y del mundo árabe u oriental. Sólo un purismo tonto e imposible podría quitarle, además, la influencia y mixtura del arte originario con aquel que trajeron a América los españoles y los portugueses. Esta soberbia colección de objetos que van desde lo religioso a lo utilitario cotidiano, todos de alta ornamentación, es lo que podrá verse desde dentro de unos días en los mencionados museos porteños.