Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos.
El 27 de febrero se celebra el “Día Internacional del Trasplante de Órganos y Tejidos» con el objetivo de reconocer la labor de los profesionales que hacen posible la labor de salvar vidas, mejorando la calidad de vida de las personas y también homenajear a los donantes que por su aporte altruista han salvado vidas a nivel mundial.
En Latinoamérica, Argentina destaca por la cantidad de trasplantes y donaciones que realiza.
Cifras del INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) indican que Argentina es un país referente en Latinoamérica, ya que en los últimos diez años se han concretado 18.322 trasplantes de órganos. En lo que va del 2019 se hicieron 245 operaciones de este tipo.
Actualmente hay en nuestro país alrededor de 17.600 pacientes en lista de espera. De éstos, el 76 por ciento necesita un riñón, órgano que puede trasplantarse en vida. Para ellos, existen unos 14 donantes por millón de habitantes, número que queda lejos de otras naciones desarrolladas (en España, por ejemplo, son 50 por millón de habitantes).
Por este motivo, el valor de la jornada es el de concientizar a la población sobre la importancia de convertirse en donante para salvar vidas. Existen dos tipos: los cadavéricos (personas fallecidas con muerte cerebral) y pacientes vivos.
En la Argentina, el porcentaje de donantes vivos es bajo, en parte debido a las trabas judiciales en los casos en los que los pacientes no están relacionados por sangre. Se está empezando a trabajar con los donantes cruzados.
En la Argentina la historia inicia a fines de los años´70 cuando surge la normatización de la actividad con los trasplantes renales a cargo del equipo del Dr. Lanari.
Luego, a inicios de los años 80 con la consolidación de un marco regulatorio y el control de la inmunosupresión (Disminución o anulación de la respuesta inmunológica del organismo mediante tratamiento médico), se pusieron en marcha los programas de trasplante hepático y cardíaco en forma sistemática, según el portal web del ministerio de la Salud Pública.
Según expertos, gracias al avance tecnológico y a las precauciones que se han tomado, el riesgo de infecciones y muerte ha disminuido considerablemente llevando a cabo miles de trasplantes diarios con el resultado esperado.
En las últimas décadas el trasplante de órganos se ha consolidado como tratamiento médico para dar respuesta a determinadas patologías. El avance de la ciencia en este campo se ve reflejado en la cantidad de trasplantes que se realizan en el país, que permiten salvar y mejorar la calidad de vida de miles de personas.
A diferencia de otras prácticas médicas, el trasplante requiere de la participación y el compromiso de la sociedad. Nuestro país cuenta con médicos de excelencia y con centros sanitarios adecuados, pero más allá de estas ventajas el trasplante no sería posible sin la donación de órganos.
El trasplante es en nuestro país una realidad cotidiana.
El INCUCAI afirma que los medios de comunicación juegan desde hace tiempo un rol clave en relación con el tema, brindando su apoyo, informando, generando conciencia y conocimiento verdadero.
Este aporte resulta de suma importancia teniendo en cuenta que el trasplante de órganos es una temática que puede resultar sensible ya que implica pensar en la propia muerte y tomar una decisión que puede cambiarle la vida a otras personas.
Expresar la voluntad de donar órganos implica ejercer el derecho de dejar asentado tu deseo respecto al destino de tus órganos y tejidos después de la muerte.
Es un trámite personal y, si en algún momento la persona cambia de opinión, puede revocarlo sólo individualmente, no lo puede hacer otra persona.
En el momento del fallecimiento, el organismo responsable verificará la última voluntad hacia la donación de órganos. De no existir manifestación expresa, la ley presume que la persona es donante.