Cada 30 de mayo se celebra el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, una enfermedad, de causa desconocida, que provoca una serie de lesiones en el sistema nervioso central.
El rasgo más característico de la esclerosis múltiple es la pérdida de mielina, que es la sustancia que rodea y protege los nervios.
Esta jornada está impulsada por la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple (MSIF) para concienciar a la población sobre este trastorno que afecta a más de dos millones de personas en el mundo, la mayoría de ellas, mujeres.
En el año 2009, esta federación dio inició al primer Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, reuniendo a la comunidad internacional para compartir experiencias y alternativas para contrarrestar este problema.
Aunque esta enfermedad no sea contagiosa, hereditaria, ni mortal; la esclerosis múltiple es impredecible y neurodegenerativa.
El principal problema es que puede progresar hasta producir algún grado de discapacidad.
A continuación, detallamos una serie de síntomas que pueden padecer las personas que tienen esclerosis múltiple.
No obstante, no tienen que tener todos ellos. Hay pacientes cuyos síntomas son mínimos y se mantienen así el resto de su vida, y sin embargo, para otros la degeneración es progresiva hasta incapacitar completamente.
Aquí va el listado de los síntomas más habituales:
- Debilidad muscular debido a la falta de uso o estimulación causado por el daño de los nervios.
- Fatiga.
- Poca coordinación.
- Hormigueo en el cuerpo. Es uno de los primeros síntomas y puede afectar la cara, el cuerpo, los brazos o las piernas.
- Alteraciones de la memoria.
- Pérdida del equilibrio.
- Alteraciones visuales. Algunas personas pueden experimentar visión doble o borrosa, pérdida total o parcial de la vista o distorsión del color rojo-verde.
- Temblores. Algunas personas con esclerosis múltiple pueden tener temblores involuntarios.
- Rigidez muscular.
- Sensibilidad al calor.
- Trastornos sexuales. Tanto los hombres como las mujeres pueden perder interés en el sexo.
- Problemas con los esfínter
Hoy en día, existen cuatro tipos de esclerosis múltiple:
Síndrome clínicamente aislado (SCA). Este es un primer episodio único, con síntomas que duran, al menos, 24 horas. Si ocurre otro episodio en una fecha posterior, un médico diagnosticará otro tipo de esclerósis.
Esclerosis múltiple remitente recurrente (EMRR). Esta es la forma más común y afecta a alrededor del 85% de las personas que padecen esta enfermedad. Este tipo de esclerosis implica episodios de síntomas nuevos, o en aumento, seguidos de períodos de remisión, durante los cuales los síntomas desaparecen de forma parcial o total.
Esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP). Los síntomas empeoran progresivamente. Los pacientes pueden experimentar momentos de estabilidad y períodos en los que los síntomas empeoran y luego mejoran. Cerca del 15% de las personas lo padecen.
Esclerosis múltiple progresiva secundaria (EMPS). Al principio, quienes la sufren, experimentan episodios de recaída y remisión, pero posteriormente, la enfermedad avanza de forma constante.