Día Internacional del Trabajo Doméstico.
El Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de 1983 declaró al 22 de julio como el Día Internacional del Trabajo Doméstico con el objetivo de contribuir al reconocimiento y visibilización de la labor que millones de mujeres realizan en el interior de los hogares.
En nuestro país el 76% de los trabajos domésticos no remunerados son realizados por mujeres.
El 88,9% de las mujeres los realizan y dedican a este tipo de labores un promedio de 6,4 horas semanales. Mientras tanto, sólo el 57,9% de los varones participa en estos trabajos, a los que les dedican un promedio de 3,4 horas semanales.
Entre estas actividades están comprendidas las tareas de cuidado de niñas, niños y personas mayores, responsabilidades esenciales para la organización de la vida familiar, y absolutamente fundamentales, para el desarrollo de la vida económica, productiva y social de toda comunidad.
El trabajo doméstico no remunerado es una expresión de las desigualdades de género. Según datos oficiales nueve de cada diez mujeres dedican gran parte de su día a las tareas del hogar, sacrificando aspectos de su vida personal y laboral para poder asistir a las demandas de la casa y la familia. Al asimilar este tipo de tareas con el rol femenino, se las invisibiliza social y económicamente.
Además las mujeres ganan en promedio un 27% menos que los varones, brecha que aumenta a un 40% en los trabajos informales, y las cargas familiares condicionan muchas veces el desempeño profesional o expectativa laboral.
Reflexionar sobre los roles asignados por el género para discutir la redistribución de las tareas del hogar y de cuidado, es necesario para una vivencia más igualitaria y valorar socialmente actividades que, en definitiva, son esenciales.